Navarro fue ingresado en el Hospital Central de la Defensa, el antiguo Gómez Ulla, hace dos días en “muy mal estado” y falleció a las 06.45 horas de ayer.
Precisamente a causa de esta enfermedad, un cáncer de pulmón, la Audiencia Nacional decidió suspender la aplicación de la sentencia, tres años de cárcel.
La capilla ardiente con los restos del militar está instalada desde esta mañana en el hospital madrileño y a lo largo del día han acudido a ella varios compañeros y amigos de general.
Entre las personas que acompañaron en la capilla ardiente a su viuda y a sus dos hijos se encontraba Federico Trillo, quien era ministro de Defensa cuando tuvo lugar el accidente del Yak-42.
Ayer se celebró un responso por el fallecimiento y a las 19.00 horas volvió a celebrarse otro, según las mismas fuentes.