Tras un primer acto conmemorativo en el claustro de los Jerónimos de Lisboa, la celebración continuó en el Palacio Real de Madrid, con los Reyes, los Príncipes, los responsables de las instituciones comunitarias y numerosos representantes de los gobiernos actuales y del último cuarto de siglo.
En el Salón de Columnas, la misma sala donde hace veinticinco años Felipe González firmó ese tratado, el Rey defendió la necesidad de aunar entre todos “el liderazgo y las energías necesarias para asegurar a Europa el peso y la voz que le corresponde frente a los retos y las crisis” del actual mundo global.
Tras recalcar que, gracias a la UE, España ha “progresado y superado otros momentos de dificultades”, el jefe del Estado se mostró convencido de que “la fe en el futuro de Europa es nuestro destino, es también nuestro compromiso y será nuestro mejor legado para las generaciones venideras”.
También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, renovó el compromiso de España con Europa, reclamó una Unión “más perfecta y exigente” y abogó por emprender reformas “imprescindibles” para promover un nuevo modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible.
“En ésta, como en las ocasiones precedentes en las que Europa ha sentido vértigo ante un nuevo paso, España contribuirá a que la Unión lo dé, a que se decida y avance”, ha añadido para reivindicar la coordinación de las políticas económicas.
En esa misma línea, el ex presidente del Gobierno Felipe González defendió un gobierno económico europeo que siente las bases de una “economía social de mercado” frente al “capitalismo de casino”, causante de la recesión, y las “utopías regresivas”.
“Los viejos rockeros del europeísmo, como Mario Soares (que firmó como primer ministro portugués la adhesión de su país a la CEE también en 1985) y yo mismo, en estos momentos de crisis y aniversario, queremos más y mejor Europa, queremos que Europa sea más relevante para los ciudadanos y para el mundo”, manifestó.
El ex primer ministro portugués ocupó un puesto de honor en el acto y separaba en primera fila el asiento que ocupaba González del reservado para el ex presidente José María Aznar, que coincidió en la celebración con el líder del PP, Mariano Rajoy.
Asistieron también la mayoría de los miembros del Ejecutivo, muchos presidentes autonómicos, diputados, europarlamentarios y las principales autoridades del Estado.