La calle Larga se llena de luces. Llega la Navidad a Jerez y los villancicos resuenan por los altavoces colocados por esta emblemática calle. “Saca agua del pozo, ponla a calentar, pa bañar al niño, que ha nacido ya...”. El ambiente es el ideal para que los viandantes duden si tocar las palmas y cantar en mitad de la calle, aunque para eso habría que soltar el paraguas, que recibe las gotas de la lluvia a un compás diferente. Eso sí, lo que se observa en las manos que quedan libres son bolsas. Bolsas de regalos porque ya es hora de empezar a facilitar el trabajo a los Reyes Magos. La lluvia no se está convirtiendo en un impedimento para tachar los productos que nuestros familiares y allegados han escrito en su carta.
“Queridos Reyes Magos, este año me he portado muy bien...” suelen empezar todas estas cartas. Cartas que ayudan a sus majestades a hacer su labor, aunque siempre cae algo que no se espera ni se pide. Pasan los días y se van acercando las fechas clave y desde los comercios del centro notan que “poquito a poco va viniendo a comprar la gente”, como cuentan desde la tienda Silbon, en la misma calle Larga. Eso sí, esperan “más afluencia el fin de semana cuando empiecen a contar los 30 días para devoluciones, que siempre influye”. Desde El Torreón Escondido, tienda de juegos y figuras, aseguran que por ahora “hay de todo. En estas fechas hay quien hace el trabajo con tiempo y quien lo deja todo para última hora. Más o menos todos los años suele ser igual”.
Por ahora las ventas van “bastante bien”, dicen en Silbon, después de un Black Friday “muy bueno”, tienen unas previsiones “muy optimistas. Tenemos un objetivo bastante alto de ventas, pero esperamos cumplirlos”. El ritmo de ventas en El Torreón Escondido es “bastante parecido” a otros años. “Como ha venido el puente, que es un primer paso para las navidades con mucha gente que viene de fuera y demás, este tema del agua ha frenado un poquito. Se ve que está la cosa funcionando bien de todas formas. Los Reyes Magos tienen que venir sí o sí”.
En la calle preguntamos a muchas de las personas que pasean con o sin bolsas por el centro de la ciudad. En temas de previsiones hay quien empieza siempre “un poco pronto, porque yo soy de los de última hora. Y aunque siempre se deje algo para el final aprovechamos las navidades para hacer las compras con cierta antelación porque somos muchos en la familia y hay que estar muy bien organizados”. También está el caso del que compra ya “antes de que puedan subir los precios. Mejor ahora que a finales de diciembre”. De hecho, hay algunos Reyes que ya han hecho todo su trabajo y “tenemos ya todos los regalos comprados”.
Evidentemente todavía hay quien ve que “es un poco pronto y todavía se va a esperar un poco más. A ver si se portan los niños algo mejor de lo que se portan y podemos obsequiarlos con algo”, como comenta una señora. Al igual que otra mujer que dice que “esto es como todos los años, aún no he empezado. Todavía es pronto”.
Sean más o menos previsores, todos con los que hablamos coinciden en que, a pesar de la subida de precios, no se puede recortar en regalos: “Estas fechas son para que la gente esté feliz y contenta. Si tengo que mirarme el bolsillo, prefiero hacerlo para otras cosas. Pero comprar algún regalo a tu sobrino, a tu padre, a tu mujer o a tu hijo seguiremos gastando más o menos lo mismo de siempre”, nos cuentan. Al igual que un señor que asegura que “voy a gastar casi igual, que gracias a Dios puedo. Es una vez al año y los chicos y las chicas no tienen por qué pagar el pato de la crisis. El pato lo pagamos nosotros. Yo prefiero comerme un pan con aceite y no comprarme una pata de jamón y ese dinero repartírselo a mis nietos”.
E incluso está el “truco” de “guardar algo todos los meses para poder hacer unos buenos regalos cuando llegan estas fechas. Yo pienso gastarme lo mismo de otros años porque los regalos de Reyes es algo que no se puede perdonar, es una tradición”.
Esos precios influyen y alguna compradora asegura que “este año me he gastado incluso más, se nota que está todo más caro”. Y en ese sentido hay quien comprará “en menos cantidad y menos precio, pero sí se va a comprar. No se tiene que perder ese encanto, tenemos que vivir un poco. Aunque al final está todo fatal porque ha subido la bolsa de la compra una barbaridad”. Al final, lo importante es haberse portado bien...
