Fuentes oficiales del Gobierno de EEUU declararon ayer al diario ‘The New York Times’ que el arresto se había producido en la ciudad meridional de Karachi, en una operación secreta de los servicios de inteligencia paquistaníes (ISI) y estadounidenses.
El ISI se negó el martes a comentar la detención y el ministro paquistaní de Interior, Rehman Malik, poco preciso en otras ocasiones a la hora de confirmar muertes o arrestos de cabecillas talibanes, había restado credibilidad a la noticia y garantizado que, si se efectúa alguna captura, el Gobierno informará a la nación.