Así lo advierte el avance del estudio sobre los efectos del cambio climático en la costa del viejo continente que el Consejo de Europa ha encargado al Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria y al Ayuntamiento de Santander.
El director del Instituto de Hidráulica de la Universidad de Cantabria (UC), Íñigo Losada, señaló ayer que las ciudades costeras de Europa, en las que residen 70 millones de personas, se enfrentan a una situación “compleja”, porque sus infraestructuras no están diseñadas para soportar estas nuevas condiciones climáticas y deben “adaptarse”.
Losada indicó que para ello se tienen que evaluar todo tipo de infraestructuras, como las de saneamiento, transporte, alcantarillado, abastecimiento energético y de agua, y analizar “cómo pueden verse afectadas por el nuevo clima”.
“En todas las ciudades del mundo se está observando que existe una clara necesidad de tener en cuenta el cambio climático como elemento fundamental de la planificación territorial”, apostilló.
El director del Instituto de Hidráulica Ambiental explicó que la costa atlántica europea está afectada, en general, por los distintos fenómenos que exponen en su informe.
En el caso del Mediterráneo, el principal efecto se observa en el cambio de las mareas meteorológicas, es decir, en un aumento del nivel del mar provocado no tanto por el calentamiento global y deshielo como por el cambio en las borrascas.
Losada presentó ayer junto al alcalde de Santander y presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Íñigo de la Serna, algunos detalles sobre este informe preliminar, que será expuesto el 1 de diciembre, en Estrasburgo.
El alcalde incidió en que el informe pretende que en el marco del Consejo de Europa se “abandone” la idea de que el efecto del cambio climático se traduce principalmente en la elevación del mar.