Fumata blanca en el club cadista. En una jornada cargada de reuniones, Raúl Agné terminó siendo cesado para que desde hoy mismo sea Antonio Calderón el encargado de dirigir al equipo.
A lo largo de la mañana se mantuvo una reunión entre los administradores concursales, el apoderado de Locos por el Balón, Carlos Medina, y Manuel Vizcaíno, que ya trabaja para el nuevo proyecto cadista tras abandonar sus funciones en el Sevilla FC. Apremiada por los malos resultados deportivos, que hacen peligrar las opciones de ascenso, la administración concursal terminó accediendo a cambiar de entrenador.
Era una decisión esperada, ya que los pésimos resultados que el equipo cadista estaba consiguiendo como visitante habían tensado demasiado la cuerda. El objetivo se alejaba cada vez más y urgía un golpe de timón de forma inmediata para intentar que no se escapen las opciones de ascender.
Como visitante, el equipo gaditano sólo ha sumado un punto de los últimos 18 en juego, quedándose sin marcar en cinco de esos seis encuentros. Un balance lamentable que lastra la posición del equipo en la tabla.
Y a rey muerto, rey puesto. Pocas horas más tarde de hacerse oficial la salida del entrenador maño se confirmaba el aterrizaje del gaditano Antonio Calderón.
Se trata de la segunda etapa de Calderón al frente del equipo cadista, al que llega con el objetivo de mejorar las estadísticas y disputar la fase de ascenso a Segunda División A, algo vital para el futuro inmediato del club.
El nuevo jefe del banquillo comenzará su trabajo esta misma mañana, ya que hay una sesión de entrenamiento prevista para las 11.00 horas en las instalaciones de El Rosal. Y ya por la tarde será presentado de forma oficial en el estadio Ramón de Carranza.
Calderón comenzó su aventura en los banquillos sin haber colgado las botas, ya que ejerció como entrenador-jugador en Escocia, un país del que salió como un ídolo.
Fue reclutado por el Cádiz para dirigir al equipo de División de Honor antes de ser nombrado técnico del Cádiz B, al que salvó del descenso ganando siete partidos seguidos. Este estreno le mantuvo como entrenador del filial hasta que se le ascendió al primer equipo en sustitución de García Remón, que no concluyó la temporada 2007-2008. Pero, en una campaña de las más convulsas que se recuerdan en el club, Calderón tampoco terminó la liga.
Mantuvo al Huesca dos campañas en Segunda, pero no tuvo tanta suerte en Albacete y Tenerife. Regresó al Huesca en la campaña 2012-2013, que tampoco finalizó.
Desde entonces, decidió descansar debido a un problema familiar. Hasta hoy, que vuelve al banquillo para dirigir con toda la ilusión del mundo al equipo de su vida.
