La comparsa de Germán Rendón cerró sesión con un tipo de revolucionarios caleteros compuestos de los desechos que se encontraban en los mares y en la playa. La presentación, cantada con una tremenda potencia y que acabó encendiendo a un público que los esperaba, desarrolló la idea defendiendo a los habitantes de la ciudad desde un punto de vista combativo.
El primer pasodoble, también muy luchador, defendió el Carnaval que se vive en el Gran Teatro Falla frente a aquellos que argumentan que el de la calle es el Carnaval verdadero. El segundo criticó a los hosteleros que aseguraron que faltaba mano de obra en Cádiz.
Cuplés al fin del peaje y al ecologismo con remate satirón. Excelente pase de preliminares.