Tras una agrupación que representaba a niños parecía que el Falla volvería a ver otra chirigota, seguida, que con un tipo de infantes intentaría hacer reír. Nada más lejos de la realidad, la chirigota cordobesa representó a ancianos que, una vez jubilados y ante la falta de tiempo, se apuntan a la Universidad para seguir formándose.
El primer pasodoble fue de presentación y sirvió para hablar de lo “orgullosos” que se sienten en su familia. El segundo, cantado desde el tipo, fue dedicado a aquellos jubilados que se lanzan a la calle a luchar por las pensiones para todos y justificando su falta a la facultad.
El primer cuplé tuvo temática satirona. El segundo, para homenajear a Juan Carlos Aragón.