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Arroja a tres galgos en un pozo seco de siete metros para matarlos

La Guardia Civil investiga a una persona por maltrato animal tras rescatar los Bomberos a tres galgos de un pozo en Osuna

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La Guardia Civil investiga al propietario de una finca de Osuna tras el rescate con vida, por parte de los bomberos, de tres galgos que habían sido arrojados a un pozo de siete metros de profundidad.

La investigación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que los bomberos habían rescatado a tres perros galgos que supuestamente  habían sido arrojados a un pozo en un paraje del término municipal de Osuna.

Al parecer, un socio de la sociedad de cazadores de Osuna escuchó aullar y chillar a unos perros y comprobó que los aullidos salían de un pozo seco bastante profundo, por lo que avisó a los guardas del coto y a los bomberos. Estos últimos tuvieron que descender al pozo e izar a los perros usando arneses. Los animales, que se encontraban con vida, fueron entregados a Seprona de Osuna que se hizo cargo de la investigación.

Los agentes comprobaron que dos de los perros tenían microchip y el tercero presentaba una cicatriz en el lado izquierdo del cuello, este último también tenía un tatuaje en la oreja izquierda, lo que indica que se trataba de un perro federado para competiciones. Al consultar con la Federación Andaluza de Caza el número del tatuaje, resultó asociado a un microchip.

Continuando con sus investigaciones, la Guardia civil sospecha del dueño de los perros, quien no había comunicado ni denunciado su desaparición y además presentaba numerosos antecedentes y denuncias por diferentes causas. Por todo esto se cita a esta persona a dependencias de la Guardia civil y, una vez confirmadas las sospechas, se le investiga como presunto autor de un Delito de Maltrato Animal.

Los galgos se utilizan casi en su totalidad para ejercitar la caza deportiva y suele darse la triste circunstancia de que algunos cazadores intentan deshacerse de sus perros cuando no son competitivos por no tener las supuestas cualidades para competir o haberlas perdido por motivos de edad o lesiones. Lamentablemente, a veces de deshacen de ellos abandonándolos o dándoles muerte, en lugar de intentar cederlos en adopción u otras opciones más compasivas y dentro de la legalidad.

En este caso, la finalidad del investigado no era otra que ocasionar una muerte cruel y segura al abandonarlos en el interior de aquel pozo.

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