Los supuestos asesinos de Samuel Luiz, el joven que fue asesinado en julio de 2021 en las inmediaciones de una discoteca del paseo marítimo de A Coruña, están cada vez más cerca de sentarse en el banquillo tras los últimos avances judiciales, que suponen un paso crucial en la fase de instrucción previa a la apertura del juicio oral.
Samuel Luiz tenía 24 años la noche del pasado 2 al 3 de julio de 2021 cuando un grupo lo atacó tras una noche de fiesta en un local junto a la playa de Riazor.
Así lo explicó la Policía Nacional tras una ardua investigación en la que tuvieron en cuenta los datos de las cámaras de la ciudad, los de los móviles de los investigados y los testimonios de aquel día.
Fruto de esa investigación hubo siete detenciones, con cinco mayores de edad y dos jóvenes que en el momento de los hechos eran menores, pero con diferentes circunstancias.
Tres de los mayores de edad siguen hoy en prisión provisional, incluido uno que había ido a declarar a la Policía de manera voluntaria para desvincularse del caso, pero el último detenido quedó en libertad con medidas cautelares, como también lo está la única mujer encausada.
Y los dos menores ya han sido procesados por el juzgado de menores de A Coruña, donde se declararon autores de un delito de asesinato y fueron condenados a tres años y medio de internamiento.
El juzgado de instrucción número ocho de A Coruña continúa con la causa abierta, que se seguirá ante un jurado popular, mientras no llegan las últimas diligencias del caso, una vez ya han declarado todos los investigados, los testigos y hay informes policiales sobre lo ocurrido.
La instrucción es muy detallada, pues los investigadores fueron capaces de reconstruir el recorrido de todo el grupo aquella noche, una reunión posterior en otro punto de la ciudad para hablar de lo sucedido, e incluso algunos de los comentarios realizados por los supuestos autores del crimen.
En sus móviles, la Policía había encontrado algunos mensajes borrados y fue necesario recurrir a Estados Unidos para obtenerlos.
La Policía Nacional los ha conseguido de forma reciente y ahora los estudia para remitir un último informe al juzgado que, probablemente, sirva para rematar la instrucción, a la espera de lo que aleguen las partes antes de la apertura del juicio oral.
Será en el juicio oral donde estas cinco personas tengan que sentarse ante un jurado popular compuesto por nueve miembros y ahí se determinará una de las principales cuestiones del caso: si se trata de un crimen homófobo.
Durante la investigación han aparecido indicios, relativos a comentarios de algunos de los procesados sobre su odio a los homosexuales, que así lo apuntan, pero el agravante de la homofobia tendrá que demostrarse y contar con al menos siete votos entre los nueve miembros del jurado para que el tribunal lo considere probado.
Mientras no se celebra el juicio, Samuel Luiz ya se ha convertido en un icono de la lucha LGTB+ y este fin de semana se realizarán vigilias en su memoria y concentraciones por toda España, en especial en A Coruña, en el punto donde lo asesinaron.
Dentro de la crueldad del caso, la ciudad encontró a dos hombres con un gran corazón que intentaron detener el crimen, pero no lo lograron y también fueron agredidos: Ibrahima Diack y Magatte Ndiaye.
Su actuación, con la que pusieron en riesgo sus vidas, no consiguió su objetivo, pero la recompensa social llegó en forma de permiso de residencia, pues son originarios de Senegal, su designación como hijos adoptivos de la ciudad y una oferta de trabajo que les permite todavía hoy enviar dinero a sus familias.
Mientras, A Coruña todavía aguarda a que se resuelva un caso que dio la vuelta al mundo y que espera, desde hace un año, que se haga justicia.