Compitió hasta donde pudo el Amivel Reyes Gutiérrez, que durante más de medio partido tuvo contra las cuerdas a un Bidaideak Bilbao BSR que tuvo que emplearse a fondo para tumbar al conjunto axárquico. Aunque en la primera parte los de Paco Aguilar vieron aro con facilidad, en la segunda mitad un apagón ofensivo posibilitó que los vascos se hicieran dueños del partido (79-72).
El Amivel Reyes Gutiérrez tenía claro que tenía muy poco o nada que perder y muchísimo que ganar en los cuartos de final de la Copa del Rey. Y salió a por todas desde el inicio del aprtido, sin complejos, con mucho ritmo de juego y ganas de dar la sorpresa. Empezaban muy bien los de Paco Aguilar, empleándose a fondo en defensa y anotando en ataque con un juego muy coral, en el que no solo los puntos le caían a un par de jugadores, sino que todos estaban por la labor de sacar el partido hacia adelante. Bilbao no sabía como contrarrestar el juego malagueño, con línea defensiva muy presionante y muy móvil, costándole entrar mucho en el partido. Estaba mejor el Amivel, que se iba ganando al final del primer periodo por 17-19.
El segundo cuarto fue un calco en intensidad del primero. Bilbao se ponía por delante al poco de iniciarse el juego (21-19) y Paco Aguilar se veía obligado a parar el partido. Reaccionó entonces el equipo, que movió ficha en defensa y volvía a hacerse fuerte dentro de la pintura, intentando no dar ventaja a un conjunto bilbaíno que hacía daño bajo el aro. Dos triples seguidos de Ezequiel Esparza y una canasta con adicional de Kozaryna ponía el partido al descanso con una leve ventaja axárquica (35-38), pero quedaba todavía mucha tela por cortar.
Segunda parte irregular
La salida de Bidaideak Bilbao al tercer periodo fue demoledora. Aumentó el contacto físico en la pista, el acierto de los bilbaínos empezaba a crecer y sufría el Amivel Reyes Gutiérrez para mantenerse en el encuentro. Un triple de Mouriz daba ventaja a Bilbao (44-43), que a partir de ese momento empezó a sentirse mucho más cómodo y a tener más opciones de anotar bajo la canasta. Así, tras un parcial de 13-5 tuvo que pedir tiempo muerto Paco Aguilar para reorganizar ideas. El tercer periodo expiraba una antideportiva a Marsh que dejaba el electrónico en 60-52.
Le tocaba remar a contracorriente al Amivel y estaba dispuesto a vender dura su derrota. Aunque era Bilbao quien empezaba el periodo con un triple que aumentaba aún más la diferencia entre ambos (63-52), Kozaryna y Marsh se empeñaban en poner las cosas difíciles a los vascos. Metía Paco Aguilar a Leo Pekka en pista para dotar de más velocidad al juego del equipo, y no le iba mal la jugada porque conseguía a duras penas ir arañando puntos en el marcador (67-59) a base de segundas oportunidades en ataque. Empezaron a entrar las prisas ofensivas y a permitir demasiado al rival llegar hasta bajo el aro y eso costaba caro. Los triples tampoco acompañaban como en el primer tiempo
y Bilbao fue haciéndose dueño y señor del partido conforme pasaban los minutos. Así, las fuerzas flaquearon cuando menos se esperaba y tras un pequeño atisbo de remontada y de meterse en el partido (72-64), Bilbao sentenciaba el partido con un dos más uno de Asier que daba la puntilla a los veleños (79-72).