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Torremolinos

Imperio Argentina en la memoria de Torremolinos

Torremolinos es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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El 22 de agosto de 2003, a tan solo cuatro meses de su nonagésimo tercer aniversario, Imperio Argentina, Malena para los suyos -y los suyos éramos todos sus admiradores-, apagó definitivamente los faroles del cante y encendió su eterno foco estelar en el firmamento del recuerdo. Torremolinos fue el paraíso de su postrera sonrisa, ésa que constantemente iluminaba su rostro y hacía que se iluminase el de los demás. "De Torremolinos a la gloria", bien pudiera rezar aquí el eslogan. Malena queda para siempre en la memoria de Torremolinos, el pueblo de su adiós. Murió en la tierra de Málaga, la que le hubiera visto nacer si sus padres -él Antonio, guitarrista gibraltareño, y ella Rosario, bailarina malagueña- no hubieran realizado aquella oportuna gira a Buenos Aires, la ciudad que tuvo el privilegio de protagonizar el nacimiento de la artista el 26 de diciembre de 1910.
Varios municipios españoles dedican una de sus calles a la inolvidable Imperio Argentina; entre ellos, Benalmádena, su último lugar de residencia, no lejos de donde, en el límite de Torremolinos, se ubicaba el tablao flamenco del recordado bailaor Pepe Marchena, quien fue un verdadero hijo para Malena.
Magdalena Nile del Río, que ése era el nombre de pila de nuestra Imperio Argentina, nació en el barrio de San Telmo de Buenos Aires. La mayor parte de su infancia la pasó en Málaga, donde aprendió a bailar. A la edad de doce años debutó en el teatro junto a la gran Pastora Imperio, quien cariñosamente llamaba a Malena "Petit Imperio", nombre artístico con el que inició su carrera. Más tarde el Premio Nobel de Literatura, Jacinto Benavente, le impondría el definitivo sobrenombre artístico de Imperio Argentina. El escritor le dijo: "Te voy a bautizar con el nombre de las dos mejores artistas de España, la cantaora Pastora Imperio y la bailarina Antonia Mercé, 'la Argentina'. Desde hoy te llamarás Imperio Argentina".
Tras recibir clases de baile clásico de la famosa bailarina Pavlova y de baile flamenco del padre de La Argentinita, y tras diversas giras por distintos países iberoamericanos, en 1927, a raíz de una actuación en el teatro Romea de Madrid, fue contratada por el director de cine Florián Rey para protagonizar la película muda "La hermana San Sulpicio", basada en la novela del escritor asturiano Armando Palacio Valdés. Imperio cobró por su trabajo veintiséis mil pesetas, siendo, en las propias palabras de la actriz, "el sueldo más grande que se había ganado en el cine español". La película fue todo un éxito. Posteriormente rodó también la versión sonora de la misma. En 1932 se apuntaría otro gran éxito con la cinta "Melodía de Arrabal", junto a Carlos Gardel. En 1934 Imperio se casó por lo civil con Florián, a pesar de la gran diferencia de edad que los separaba. Con el tiempo se rompería el matrimonio.
Una de las películas más conocidas de Imperio Argentina es la titulada "Morena clara", coprotagonizada con el popular actor Miguel Ligero y estrenada en Madrid en 1936 poco antes de estallar la contienda civil. Film de profunda emotividad fue "Nobleza baturra", que el mismísimo Hitler admiró en Alemania, por lo que solicitó los servicios artísticos de la actriz para el rodaje de una película, aunque finalmente no se rodó por motivos políticos. Por aquellos años alcanzó Imperio un éxito sin precedentes en su gira por los países europeos y americanos, haciendo particular hincapié en su natal Argentina y en España.
Imperio continuó trabajando hasta muy avanzada edad. Su entera vida la pasó en las tablas. Aparte de las ya citadas, algunas otras películas en las que podemos admirar a Imperio son "El novio de mamá", "Carmen la de Triana", "La canción de Aixa", "Bambú", "Canciones de nuestra vida", "Con el viento solano" y "Tata mía". Pero el supremo triunfo de Imperio Argentina, Malena para todos, está en su ingente repertorio de nostálgicas melodías y canciones que seguirán palpitando en las voces del recuerdo y en las cuerdas de las guitarras eternas.

SONETO A IMPERIO ARGENTINA

Malena era su nombre, melodía
que suena en las guitarras de la historia,
poema que ya es cántico de gloria
y, solo con tres notas, sinfonía.

Alegre dedicaba y repartía
sonrisas. ¿Qué mejor dedicatoria,
que tan honda se escribe en la memoria
y que al alma le inspira poesía?

¡Cuánto mimo, Malena, en tus cantares!
¡Qué soltura, qué encanto, qué salero!
¡Qué triunfal ovación por tierra y mares!

Aclamábate reina el mundo entero,
con tributo de diosa en los altares.
Hoy te rinde homenaje aún más sincero.

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