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El sector de alimentos y bebidas se prepara para el coronavirus

La última vez que sucedió fue hace más de una década durante la crisis del H1N1

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  • Alimentación. -

Han pasado casi dos meses desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como una pandemia mundial. La última vez que sucedió fue hace más de una década durante la crisis del H1N1. Desde entonces, los negocios no imprescindibles han cerrado en diferentes países y se les aconseja a las personas que se queden dentro y limiten las interacciones físicas con personas fuera de su hogar, en un intento por reducir la propagación del virus.

Dadas estas medidas, sin embargo necesarias, muchas empresas se vieron obligadas a cerrar operaciones y sufrieron pérdidas financieras significativas. Entre ellas, las empresas del sector de alimentos y bebidas, como restaurantes, bares y empresas dedicadas a la producción, procesamiento y distribución de alimentos y bebidas.

En la infame jerarquía de necesidades de Maslow, los alimentos se encuentran en la base de la pirámide, lo que significa que es una necesidad básica. Dado este hecho, podría pensar que, ya que las personas necesitan alimentos incluso cuando están encerradas, la industria de alimentos y bebidas iba a prosperar.

En realidad, las cosas no son tan sencillas y la industria alimentaria está experimentando algunos problemas importantes en medio de esta crisis que atraviesa todo el mundo. Las empresas están ajustando sus operaciones para satisfacer las demandas, pero enfrentan algunos desafíos difíciles. 

La infraestructura de la cadena de suministro

La mayoría de las empresas deberían poder satisfacer las demandas a corto plazo, independientemente del aumento del volumen. Sin embargo, los analistas de la industria no están seguros de que la situación permanecerá bajo control si la crisis dura mucho más tiempo.

Incluso las grandes empresas de la industria comenzaron a sufrir el impacto de la pandemia del coronavirus. Debido a la propagación del COVID-19, en China, la Coca Cola y otras compañías comenzaron a experimentar retrasos desde febrero.

No tenemos forma de saber con certeza en qué dirección irán las cosas, pero muchas compañías han comenzado a elaborar planes de contingencia en la preparación para nuevas interrupciones en la cadena de suministro. Para evitar poner en riesgo su negocio en caso de que se impongan prohibiciones de transporte, los minoristas de alimentos están recurriendo a garantizar el abastecimiento local, mientras que los fabricantes de alimentos comenzaron a trabajar con proveedores locales para mantener la producción. 

El mes pasado, la Asociación de Marcas del Consumidor envió una carta al Departamento de Estado de los EE. UU., en la que expresó su inquietud por una posible escasez de ingredientes. Estas inquietudes surgen después de que algunos países han restringido la exportación de materiales básicos y otros suministros esenciales, porque, sin estos productos, las compañías podrían no ser capaces de satisfacer las demandas.

Sin embargo, las empresas que dependen de ingredientes locales tienen muchas más posibilidades de superar estos problemas y pueden terminar siendo menos afectadas. Al mismo tiempo, se espera que algunos mercados aumenten a medida que las personas cambien sus prioridades. El coronavirus puede provocar complicaciones graves en las personas con un sistema inmunológico débil. Las personas están cambiando sus hábitos alimenticios para fortalecer su sistema inmunológico al introducir alimentos como el aceite de pescado, las bayas, las ostras y los tés en su dieta y están dejando de lado los bocadillos poco saludables. Esto significa que el mercado mundial de bocadillos podría disminuir, mientras que el mercado del aceite de pescado , por ejemplo, puede experimentar un crecimiento. 

El impacto del brote en el trabajo

Para ayudar a detener la propagación del virus, debemos obedecer las reglas de distanciamiento social, no solo cuando vamos de compras, sino también dentro del lugar de trabajo. Las empresas están aplicando activamente estas reglas minimizando el contacto de los empleados y les piden a quienes puedan trabajar desde casa, que lo hagan.

Las empresas se ven obligadas a tener en consideración lo que podría suceder en el caso de un brote dentro de sus instalaciones y elaboran planes para volver a funcionar lo más rápido posible. 

Por el momento, lo mejor que pueden hacer las empresas es imponer medidas de distanciamiento físico y garantizar que sus empleados estén protegidos y proteger a otros del virus, al usar el equipo adecuado. Limitar el acceso en las instalaciones a los empleados solo ha demostrado ser otro método efectivo, como lo demostró el fabricante de Atlantic Natural Foods, cuando lo pusieron en práctica tanto en sus instalaciones de Tailandia como en las de EE. UU.

Los restaurantes están limitando las operaciones

A pesar de que las demandas de los consumidores nacionales han aumentado, las empresas de fabricación y suministro de alimentos y bebidas han perdido una importante fuente de ingresos: los restaurantes, bares y otros negocios similares. Muchos países le han solicitado a todas las empresas no esenciales que cierren o limiten sus ventas solo a entregas o recogidas en la acera.

Algunas empresas han cerrado sus puertas indefinidamente, mientras que otras han registrado caídas significativas en las ventas. Menos clientes significan menos pedidos, lo que significa menos recursos utilizados y menores demandas. Esto afecta gravemente a los proveedores y fabricantes.

Sin embargo, las empresas de comercio electrónico y de entrega, ven subidas en las órdenes a medida que las personas evitan salir y comienzan a cocinar más en casa. Las personas se conectan en línea para comprar alimentos y productos para el hogar más que nunca, pero, si esto se convertirá en un hábito después de que la crisis haya desaparecido o no, aún queda por descubirlo.

¿Cómo manejan la crisis, los titanes de la industria?

Uno puede pensar que las compañías bien financiadas no se verán afectadas por la crisis actual, pero ese no es necesariamente el caso. Algunas marcas han experimentado dificultades para comprar ingredientes, mientras que otras dejaron de viajar por negocios internacionales. Sin embargo, muchos de estos titanes están contribuyendo activamente a combatir el virus.  

La Coca Cola

La compañía obtiene sus edulcorantes no nutritivos de China, pero a partir de enero, informaron demoras en la producción y exportación de estos ingredientes debido al brote del COVID-19. Aunque no esperan que estos retrasos tengan un impacto a corto plazo, a largo plazo podría llevar a suministros más ajustados.

Adicionalmente, a través de la Fundación Coca-Cola, ellos donaron $13.5 millones en subvenciones a cinco organizaciones sin fines de lucro en Canadá y Estados Unidos. 

Nestlé

Además de pedirles a los empleados de todo el mundo que limiten los viajes de negocios, la compañía afirma que sigue firmemente los consejos de las organizaciones de salud pública y está haciendo todo lo posible para continuar las operaciones. Al mismo tiempo, un portavoz de Nestlé afirmó en una entrevista que la compañía está utilizando principalmente materias primas locales, lo que puede ser una gran ventaja en estos días.

Unilever

Su iniciativa, United for America (Unidos por América), ayudó a los afectados por la pandemia al donar más de $8 millones en alimentos, higiene personal y productos de limpieza del hogar. La compañía también ayudó a los hospitales de Nueva Jersey al donar 200,000 máscaras.

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