La llegada de la Eurocopa a Sevilla, en la que este lunes debuta España frente a Suecia en el estadio de La Cartuja, hace recordar el típico ambiente futbolístico que tradicionalmente vive esta ciudad por sus calles, acostumbrada a recibir asiduamente a aficiones foráneas para partidos del Sevilla, Betis o de la propia selección nacional, algo se había perdido desde hace mas de un año debido al azote de la pandemia por la covid-19.
Un 8 de marzo de 2020 cerró la vigésima séptima jornada de LaLiga Santander del curso 2019-20 un Betis-Real Madrid que concentró en las gradas del Benito Villamarín a unos cincuenta mil espectadores, una cita tras la que pocos presagiaban que sería el último con público del torneo en la capital andaluza en esa campaña y también en la recién concluida.
En este período, ni el Sánchez Pizjuán ni el Villamarín han vuelto a recibir a aficionados en los partidos de sus primeros equipos y solo La Cartuja congregó público en dos encuentros, aunque fue de una manera testimonial.
El 23 de octubre del pasado año se jugó el España-República Checa clasificatorio para la Eurocopa 2022 femenina, para el que se autorizó la presencia de ochocientos espectadores; y el 15 de diciembre este recinto fue el escenario en el que el equipo sevillano del Tomares, de la División de Honor andaluza, se midió a Osasuna en la primera eliminatoria de la Copa del Rey con unos trescientos aficionados presentes.
Ahora, La Cartuja, pese a que su capacidad es de sesenta mil asientos, tiene para el España-Suecia un cupo de dieciséis mil, lo que ya son palabras mayores tras un largo año sin vivirse una verdadera fiesta del fútbol.
De ese aforo autorizado por motivos sanitarios, la UEFA, como organizadora del partido, se queda para sus compromisos con unas 3.500 localidades, otras tres mil han sido acaparadas por la hinchada sueca y las aproximadamente 9.500 restantes serán para espectadores que apoyarán a la Roja.
Desde el domingo ya se hicieron notar por el centro histórico de Sevilla y por zonas mas cercanas a La Cartuja los seguidores escandinavos con sus llamativas camisetas amarillas, muchos de ellos llegados de zonas próximas a Sevilla como son la Costa del Sol o el Algarve portugués, en las que hay una importante colonia de ciudadanos suecos.
La afición española estará ubicada en la zona Sur del estadio y la del equipo rival en la Norte, y aunque no se han establecido 'fan zones' (zona de aficionados) por recomendación sanitaria para evitar concentraciones en espacios reducidos, sí hay puntos de reuniones en la céntrica Alameda de Hércules, desde donde se habilitarán autobuses lanzaderas hacia La Cartuja.
El Ayuntamiento de Sevilla activó desde domingo el dispositivo municipal de colaboración en el plan de seguridad coordinado con la Subdelegación del Gobierno, al que también se suma Renfe, que ha activado servicios de trenes de cercanías desde la estación de Santa Justa y San Bernardo hasta el apeadero ubicado junto al estadio.
La Policía Nacional, por su parte, despliega a cerca de un millar de funcionarios, entre las unidades especiales y los adscritos a la comisaría de Sevilla en esta serie de partidos de la Eurocopa en Sevilla, que son los tres de España en el Grupo E: ante Suecia (lunes 14 de junio), Polonia (sábado 19) y Eslovaquia (miércoles 23) y uno de los octavos de final (domingo 27) entre el líder del Grupo B y el que salga por sorteo del tercero del A, D, E o F, para los que se han fijado unos precios de las entradas que van desde 50 hasta 185 euros.
Los aficionados que las hayan obtenido recibieron a finales de la pasada semana la grata noticia, después de que se desatara un debate al respecto, de que podrán asistir a los cuatro partidos sin necesitar presentar tests de antígeno o PCR para acceder al recinto.
Ello ha sido un motivo mas para avivar este reencuentro del fútbol con los aficionados, lo que, además, en cálculos de Ayuntamiento de Sevilla, supondrá un impacto económico en la ciudad de 61 millones de euros de forma directa y de más de 200 si se añade la proyección de la capital andaluza, ya que el consistorio también ha calculado dos días de pernoctaciones por cada partido y aficionado con un gasto medio diario de 120 euros sólo en establecimientos.