El presidente de la Asociación Empresarial de Hosteleros de Sevilla, Pablo Arenas, asegura que los empresarios de los negocios más céntricos afrontan esta próxima Semana Santa con “miedo” ante el “riesgo muy elevado” de precinto fruto, en su opinión, de un “exceso de celo” de la Delegación municipal de Seguridad por hacerles cumplir unas normas, “que lo son” -subraya-, pero que “en una ciudad como Sevilla y en estas fechas es difícil”.
Durante su intervención en el programa Citas Con La Actualidad de Ondaluz Sevilla TV, Arenas reconoce que este año será más complicado que nunca encontrar un establecimiento en el Centro para tomar un refrigerio o descansar a partir de las cuatro de la tarde. Si bien niega las noticias sobre un presunto “cierre patronal”, el presidente de los hosteleros reitera que “hay hosteleros que están pensando cerrar una vez le hayan retirado la terraza un ahora antes del paso de la cruz de guía y en otros casos a las cuatro de la tarde” porque “corre el riesgo de que un cliente se le escape o que tenga un policía en frente del establecimiento, porque estamos demasiado vigilados, el riesgo es de precinto”.
Tras criticar duramente la “campaña de acoso” iniciada la pasada Navidad por la Delegación de Seguridad, dirigida por el socialista Juan Carlos Cabrera, durante la cual hubo negocios “con tres inspecciones en cinco días”, ahora Arenas se queja de la reiterada insistencia de los responsables de esta área municipal municipal sobre las normas de “consumo de bebidas en la calle o fuera del ámbito de la terraza, no poder vender bebidas o alimentos para consumo exterior, tener puertas cerradas y ventanas sólo abiertas para ventilación y los aseos operativos deben estar operativos y, en caso de no estarlos, el establecimiento debe cerrarse”.
Según Arenas, esta situación “nos pone en alerta” porque “desde el momento que le ponen la pelota al que tienen en frente denota que no quieren jugar a la pelota. La pelota tiene que estar en el suelo, si e la estás tirando constantemente a mi tejado, me están dando la patada”.
Perder la costumbre
El presidente de la patronal de hostelería sevillana afirma contrariado que “el Ayuntamiento sabe perfectamente que la solución es poner un portero en la puerta. ¿Os imagináis los establecimientos tradicionales con un portero? Yo no”. Arenas también se pregunta si “¿el ciudadano está concienciado de que no puede salir a la calle con una consumición en la mano?”.
“Harían falta campañas hacia el ciudadano de que hay ciertas costumbres que, según el Ayuntamiento, tenemos que perder, porque es algo cultural, muy arraigado porque el sevillano vive la calle. Intentar convencerle de que eso no debe hacerse es complicado por nuestra parte, lo vamos a intentar pero si recibimos ayuda institucional en ese sentido no estaría mal”.
Durante la entrevista el presidente de los hosteleros también se refirió a la inminente homogeneización de los rótulos y publicidades en el eje patrimonial de la calle San Fernando, Puerta Jerez y Avenida de la Constitución, reconociendo la importancia de que “todos” los establecimientos respeten el entorno monumental pero criticando el hecho de que “el comercio va a recibir ayuda para cambiar esa rotulación pero la hostelería no”.
“A ver si el Ayuntamiento me llama un día para darme un abrazo que siempre que me llama es para solucionar un problema”, concluyó.