La nueva Abengoa nacida en la junta extraordinaria del pasado 22 de noviembre es más “nueva” para unos que para otros dentro de la empresa. El presidente ejecutivo nombrado ese día, a instancias de Banco Santander, Gonzalo Urquijo, decidió ese mismo 22 de noviembre en el consejo de administración que siguió a la junta aprobar una subida de sueldo tanto para él como para los otros cinco miembros del nuevo comité ejecutivo de la empresa (el director general, Fernández de Piérola, incluido). Mientras, la plantilla observa cómo la Nueva Abengoa mantiene los planes de la antigua de recortar el gasto de personal hasta un 40% durante los tres próximos años.
En concreto, Urquijo se incrementó su retribución fija un 42% respecto a los 700.000 euros que tenían asignada sus dos predecesores: José Domínguez Abascal (septiembre 2015 hasta el 29 de febrero pasado) y Antonio Fornieles (desde febrero hasta el 22 de noviembre). Cobrará un millón de euros anual, según fuentes conocedoras de los acuerdos del consejo.
A ello se añade un bonus (salario variable) que sus dos antecesores no tenían contemplado, aunque bien es cierto que Abascal y Fornieles gestionaron una empresa en preconcurso de acreedores. Ahora, Urquijo se ha autofijado un variable de hasta el 140% del salario fijo anual (con un mínimo del 80%) en función del cumplimiento de determinados objetivos. Es decir, el nuevo primer directivo de Abengoa podrá llegar a percibir hasta 2,4 millones de euros anuales.
En tercer lugar, el consejo de Abengoa aprobó un blindaje para el presidente en caso de salida forzosa de la empresa por diversas causas, entre ellas el cambio de propiedad de la compañía, equivalente a dos años completos de salario, bonus incluido. Es decir, un máximo de 4,8 millones de euros. Estos blindajes no existieron en las etapas de Abascal ni Fornieles.
Otros consejos
Por último, Urquijo mantendrá sus funciones no ejecutivas como consejero de Fertiberia, Vocento y ArcelorMittal, aunque sí dejó la presidencia no ejecutiva de esa última empresa antes de tomar las riendas de Abengoa. Urquijo ya dejó también este año de ser consejero de Gestamp, el grupo industrial vasco de la familia Riberas que negoció sin éxito el rescate de Abengoa antes de que entrara en preconcurso hace un año.
Estas nuevas y mucho mejores condiciones salariales se conocen cuando se está aún instruyendo en la Audiencia Nacional una querella por administración desleal contra Felipe Benjumea y Manuel Sánchez, expresidente y exconsejero delegado, precisamente por los 11,4 y 4,8 millones que, respectivamente, cobraron de indemnización al salir en 2015.
Para los cinco miembros del comité ejecutivo que acompañan a Urquijo en ese órgano de dirección diaria también se han aprobado mejoras. En dos sentidos. Primero, los miembros han firmado contratos de alta dirección, algo que beneficia a Álvaro Polo, director de Recursos Humanos, Daniel Alaminos, secretario del consejo, y a Piérola, director general, que ya estaban en Abengoa pero con contratos laborales. Y se fijan también para todos ellos blindajes en caso de salida.
Bonus
En este comité se sientan, junto a Urquijo, Polo, Alaminos y Piérola, los dos fichajes realizados para la nueva etapa que arrancó el día 22: Víctor Pastor, director financiero procedente, y David Jiménez, director de Estrategia y Reestructuración, que cobrarán 300.000 euros con un variable anual de hasta el 70%.
Piérola cobra 700.000 euros anuales y un variable anual de hasta el 100% de ese salario. Polo percibirá 200.000 euros y variables del 70%, y Alaminos 400.000 euros y el mismo variable. Los cinco miembros percibirán una indemnización de uno o dos años de salario en función de las causas de su salida de la empresa.
Oposición en Estados Unidos
La propuesta para que Abeinsa, la principal filial de Abengoa, salga de la situación de quiebra en Estados Unidos está encontrando una fuerte oposición por parte de los acreedores estadounidenses del grupo andaluz, según informa Reuters. Abeinsa, entre otras filiales estadounidenses eran avalistas de 10.000 millones de euros de deudas de Abengoa, sobre un total de unos 25.000 millones.
La empresa propone invertir 30 millones de euros para reflotar Abeinsa USA y sus filiales, sacarlas del concurso y quedarse con el control. Los acreedores, encabezados por la eléctrica Portland General Electric y un grupo de aseguradoras, se oponen porque la propuesta blinda a Abengoa frente a futuras demandas y supone recuperar una muy pequeña parte de la deuda.
Entre los opositores al plan están también administraciones y entes públicos estadounidenses. La eléctrica Portland General Electric, en concreto, demandó a Abengoa tras paralizar la empresa la construcción de una central de ciclo combinado de 440 megavatios y un presupuesto de más de 500 millones de dólares. Abengoa, a su vez, ha pedido un arbitraje internacional tras acusar a la empresa de echarla de las obras sin previo aviso.
Abengoa está reestructurando su deuda en otros países como Reino Unido.