Abengoa tiene previsto aprobar hoy en un consejo de administración posterior a la junta general extraordinaria de socios que celebra en su sede de Palmas Altas al menos tres cambios muy relevantes en el nuevo organigrama de la empresa. En primer lugar, el actual consejero delegado, Joaquín Fernández de Piérola (hombre de confianza del expresidente Felipe Benjumea y del presidente que abandona hoy el cargo, Antonio Fornieles) dejará ese cargo y será rabajado en el escalafón. Se queda sólo como director general.
El propio Piérola había alardeado internamente, y también en algunos encuentros con medios de comunicación, de que iba a ser el nuevo hombre fuerte en la nueva Abengoa. Ahora se demuestra que los nuevos dueños que tomarán hoy el poder, en especial Banco Santander y su hombre de confianza en la nueva Abengoa, el nuevo presidente Gonzalo Urquijo que toma hoy los mandos, no confían tanto en Piérola como parecía inicialmente.
En segundo lugar, la empresa va a sustituir a Jesús García-Quílez, actual director financiero y otra de las personas más cercanas al expresidente Benjumea. Interlocutor vetado por la banca desde hace meses por considerar los acreedores que venía facilitanto información incompleta y poco creíble sobre la verdadera situación del grupo, será sustituido por Víctor Pastor. Este directivo, ligado desde hace más de una década al grupo FCC como responsable de sus finanzas, es experto en reestructuraciones financieras como la que el propio grupo constructor FCC o la misma Abengoa están desarrollando.
Nuevo comité ejecutivo
Por último, se crea el cargo de director de Estrategia y Reestructuración, inexistente hasta ahora, que recaerá en la persona de David Jiménez-Blanco. Este directivo tiene una dilatada trayectoria en el sector financiero y de grupos de inversión en España. Ha pasado por Goldman Sachs, Merril Lynch y es consejero de la socimi (inmobiliaria cotizada en Bolsa) Axiare. Ocupaba el cargo de director de estrategia en el grupo Dufry, que explota zonas comerciales en aeropuertos de mútiples países, entre ellos España.
Junto a todo ello, se crea un nuevo comité ejecutivo que estará integrado por los citados Piérola, Pastor y Jiménez-Blanco, así como por el actual director de Recursos Humanos (otro de los históricos fieles de Benjumea), Álvaro Polo, y el secretario del consejo, Daniel Alaminos. La permanrencia de Polo, directivo que genera un amplio rechazo interno por las prácticas laborales desarrolladas por la empresa desde hace años, se explica por la necesidad de acometer nuevos ajustes de personal vía EREs y Ertes que ya están presentados en varias filiales de la sede central de Palmas Altas.