La veteranía del baile flamenco llega este sábado al Teatro de la Maestranza de Sevilla con 'Bailando una vida', espectáculo producido por la Bienal que reúne de forma única sobre el mismo escenario a Milagros Menjíbar, Ana María Bueno, Manolo Marín y José Galván.
'Bailando una vida' es lo que llevan haciendo Milagros Menjíbar, Ana María Bueno, José Galván y Manolo Marín prácticamente desde mediados del siglo pasado. Son depositarios de esa fértil manera de entender el baile que se da en Sevilla y que es una proyección, evidentemente, de la propia personalidad de la ciudad. Barroca, popular, expresiva, seductora, narcisista, irresistible.
En el caso de Bueno y Menjíbar, con la particularidad de atesorar en sus cuerpos y mudanzas los códigos de la Escuela Sevillana de Baile. En su vertiente masculina, Galván y Marín representan ese baile de hombre elegante en el marcaje, claro en los desplazamientos, de estampa gallarda. Los cuatro artistas han protagonizado una época dorada y hoy son referentes y maestros de las nuevas generaciones que mantienen vivo todo este patrimonio.
Ana María Bueno (Sevilla, 1955) está considerada la continuadora del arte de Pilar López por su baile clásico. Es además una maestra en el uso de los palillos y la bata de cola. Actúa por primera vez con cinco años antes de estudiar con Adelita Domínguez y Antonio Caballo. Su carrera se desarrolla en tablaos y festivales, colaborando con El Lebrijano, Mario Maya o Antonio Gades. Cuenta con un premio en el Concurso Nacional de Córdoba.
Por su parte, José Galván, hoy conocido por ser el padre de Israel y Pastora Galván, lleva bailando desde los años 60. Actúa en los tablaos más pujantes de la época y compartió cartel con las grandes figuras, desde Farruco a Matilde Coral. Su carrera, sin embargo se vuelca en la formación desde su academia sevillana. En los últimos años se puede ver de nuevo en los escenarios en espectáculos como 'Maestría'.
Marín (Sevilla, 1936) es un bailaor y coreógrafo autodidacta, aunque influenciado en sus inicios por Enrique el Cojo. Como profesional se inicia en la compañía de Antonio el Bailarín y con su propia compañía recorre numerosos países. Coreografía para la Compañía Andaluza de Danza, para el Ballet Nacional, también para cine y televisión. Como docente cuenta con una extensa carrera y ha formado a numerosos artistas.
Por último, la trianera Milagros Menjíbar (Sevilla, 1952) atesora un baile dotado de una gracia única y de gran expresividad, fiel a lo que se ha considerado la Escuela Sevillana, por lo cuidado de sus movimientos de brazos y manos, la pulcritud en sus desarrollos coreográficos y su extraordinario dominio de la bata de cola. En 1974 se presenta al Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, obteniendo el Premio Encarnación López La Argentinita. En definitiva, una de las señoras del baile actual y maestra indiscutible.