El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), ha manifestado este lunes que el consorcio gestor de la zona franca hispalense, conformado por el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y el Estado, será constituido "en cuestión de días o poco más de una semana", tras lo cual será "inmediatamente" aprobado y licitado el proyecto de construcción del vallado perimetral del recinto.
El primer edil hispalense ha visitado este lunes el polígono Torrecuéllar junto a los responsables de las empresas TRH, Hispalense de Líquidos, Reciclados Navales del Sur, Inabensa, Sevitrade y Janone, todas ellas con instalaciones actuales o proyectadas dentro del perímetro en el que regirán las condiciones fiscales y administrativas de la futura zona franca de Sevilla.
El proyecto, destinado al almacenaje, transformación y distribución de mercancías en 719.876 metros cuadrados de superficie del dominio público portuario del área de Torrecuéllar, implica la creación de un espacio de almacenamiento de mercancías comunitarias y no comunitarias exentas de impuestos aduaneros e indirectos, con el aplazamiento de los pagos hasta la venta o salida del género. Se trata, así, de la quinta zona franca de España, pues ya existen espacios similares en Barcelona, Cádiz, Vigo y Las Palmas de Gran Canaria.
La visita sucede después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) haya publicado al fin la orden del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que, a la hora de la conformación del consorcio gestor del recinto, incluye a la Autoridad Portuaria de Sevilla como miembro de dicho organismo, pues la orden inicial incurría en una serie de omisiones, entre ellas la exclusión de la Autoridad Portuaria como miembro del consorcio gestor.
"EL FINAL DE LA TRAMITACIÓN"
Dado el caso, el alcalde ha manifestado que el proyecto se sitúa ya en "el final de toda su tramitación". "En cuestión de días o poco más de una semana, podremos constituir el consorcio y uno de los primeros acuerdos será la aprobación del vallado perimetral para sacarlo a concurso", ha explicado el primer edil en cuanto al cierre perimetral del recinto en el que regirán las condiciones fiscales de la zona franca.
Los presupuestos de la Gerencia de Urbanismo para este año contaban con una partida de 1,4 millones de euros para este preciso aspecto, si bien el dinero ha sido finalmente reconducido para actuaciones en materia de gastos de conservación de infraestructuras, porque a estas alturas del año, la previsión es acometer durante 2015 el vallado y urbanización de la zona franca. Las obras del cerramiento, de cualquier modo, serán licitadas "inmediatamente después de que se constituya el consorcio", según ha zanjado el alcalde.
En ese sentido, ha defendido que el proyecto se convertirá muy pronto en "realidad" con las obras de cerramiento y urbanización de la zona o la "construcción" de las plantas de las nuevas empresas que desembarquen en el espacio delimitado para la zona franca. Según el alcalde, una "multinacional" ha pedido ya "40.000 metros cuadrados" para instalarse.
En paralelo, el alcalde ha manifestado que el "potencial" económico de la futura zona franca será "mucho mayor" si prospera el dragado de profundización que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla sobre el tramo navegable del río Guadalquivir, para permitir que barcos de mayor calado lleguen hasta Sevilla.
TODO "DE UNA ATACADA"
"Me parece que se pueden abordar al mismo tiempo el dragado, el mantenimiento, reparación y ampliación de las márgenes del río y la ordenación de la desembocadura. Todo eso, además, es perfectamente compatible con que se modernicen los regadíos de los cultivos del Bajo Guadalquivir", ha explicado el alcalde, quien propone acometer todas estas actuaciones "de una sola atacada".
El primer edil, finalmente, ha considerado como "buena medida" la idea que sopesa la Administración estatal para acometer un dragado de sólo 0,85 metros a la espera de que prospere el mencionado proyecto de dragado de profundización, que lleva una década en ciernes. "Me parecería buena medida. Con la demostración de que no pasa absolutamente nada, se podría dragar un poco más y así tener más capacidad, pero no podemos esperar un año más", dice al alcalde sobre la histórica reticencia de los agricultores del Bajo Guadalquivir al dragado del río, al temer que un hipotético incremento de la salinidad del agua afecte a sus cultivos.
