La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada a la explotación sexual de hombres y mujeres en Sevilla y ha detenido a siete personas -seis de ellas de una misma familia- tras una investigación que se inició al descubrirse la celebración de un matrimonio de conveniencia.
Según ha informado la Policía en un comunicado este enlace uniría a la líder de la trama de explotación sexual y al responsable de uno de los locales en los que se ejercía la prostitución.
Lo que levantó las sospechas de los agentes fue el hecho de que la mujer fuera la propietaria de una casa de citas y su supuesto cónyuge fuera realmente un transexual que trabajaba para ella en el local, unas veces prostituyéndose y otras haciendo labores de encargado.
Al parecer, ambos acordaron contraer matrimonio para que el encargado obtuviera el permiso de residencia, pudiera solicitar la reagrupación de sus familiares y también trabajar en el prostíbulo evitando los controles de la actividad laboral de personas inmigrantes.
Los investigadores comprobaron que la máxima responsable contaba con un total de tres domicilios en los que tanto mujeres como hombres -y en algunos casos personas transexuales- eran obligados a ejercer la prostitución con unas condiciones de exigencia "desproporcionadas".
Según la Policía, los tres hijos de la propietaria del negocio controlaban la actividad que se desarrollaba en los distintos domicilios y obligaban a las personas que ejercían la prostitución a estar disponibles las 24 horas y les exigía el importe del servicio antes incluso de que el cliente les pagara, para garantizarse el cobro.
Las víctimas eran captadas en ocasiones a través de anuncios en portales de Internet, medio que utilizaban igualmente para publicitar los servicios de las personas que explotaban sexualmente, o eran captadas directamente en sus países de origen.
Cada uno de los detenidos desempeñaba una tarea distinta dentro de la organización, ya que, mientras unos se dedicaban a la captación de nuevas personas para ejercer la prostitución, otros controlaban a las víctimas o realizaban labores administrativas.
La Policía detuvo finalmente a siete personas -seis de ellas miembros del clan familiar-, que han sido puestas a disposición judicial por su supuesta participación en delitos relativos a la prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedades.
