A sus 76 años, Luis Montero, un vecino de Coria del Río (Sevilla), acaba de salir del hospital tras superar el virus del Nilo, y asegura a EFE que en su pueblo hay "mucho miedo" al mosquito que propaga la enfermedad, "sobre todo entre las personas mayores”.
Luis tiene algunos achaques relacionados con la edad y con alguna enfermedad de la que tiene su tratamiento al día, y nunca se esperó que “de un día para otro” comenzase a sentir unas náuseas incontrolables y unos mareos recurrentes, que preocuparon, y mucho, a sus hijos, que le llevaron de inmediato al centro de salud de su pueblo, uno de los más afectados por la enfermedad este año.
Desde allí le derivaron al hospital Virgen del Rocío, donde fue diagnosticado de una "meningoencefalitis por virus del Nilo”, aunque su salud, a diferencia de dos personas del mismo pueblo, pudo con el virus, y una semana después ha podido volver a su casa, aunque con una debilidad y cansancio de las que se está intentando recuperar poco a poco.
Sus dos hijos, Antonio y Luz María, le han instalado en el salón de la casa, donde tiene todo a mano para que no tenga que subir las escaleras a la segunda planta ni siquiera para dormir, y aprovecha las mañanas aún fresquitas para dar un paseo e intentar volver a la normalidad poco a poco.
Su casa, y puede que ahí esté la clave, está en una urbanización pegada al río Guadalquivir, y ahí cree la familia que pudo generarse el foco perfecto para que los mosquitos se hayan propagado por el pueblo, donde se está peleando contra ellos con todas las armas posibles, incluidas 120 cajas-refugio para murciélagos, que pueden llegar a comerse cada uno 3.000 mosquitos en una sola noche.
“Desorientado, sin saber dónde estaba”
“Al principio no sabía ni dónde estaba, me encontraba completamente desorientado”, recuerda Luis sobre el día que sus hijos le llevaron al médico. Había enfermado “de un día para otro”, y no encontraba explicación a los mareos que sufría, ni recuerda cuándo le picó el mosquito en cuestión.
Una vez en el hospital seguían la desorientación y el malestar, y desde el principio los médicos sospecharon de que el virus del Nilo podía estar tras los síntomas que presentaba. Y acertaron. Una punción lumbar enviada al hospital Virgen de las Nieves de Granada terminará por confirmar el diagnóstico, como marca el protocolo que la Junta de Andalucía marca en estos casos.
Ya en su casa, y vigilado por sus hijos casi las 24 horas del día, Luis ha empezado a dar algunos paseos por la mañana, y narra que sus vecinos le preguntan cómo se encuentra, “y cuando sale el tema todos dicen lo mismo, que tienen miedo, sobre todo la gente mayor”, con la que parece que el virus se ha cebado.
Afectados, con o sin “patologías previas”
Son personas, como el caso de la fallecida que se hizo público este lunes por Salud, que en algunos casos tienen “patologías previas”. Sin embargo, el virus tiene postrada en una cama a una joven de 26 años dada de alta del hospital, pero derrotada físicamente e intentando recuperarse. Su informe dice que no tiene “alergias conocidas ni hábitos tóxicos”. La mujer de 86 años que falleció hace dos semanas en La Puebla del Río solo tomaba media pastilla diaria para la presión arterial.
Por todo ello, Luis, como sus vecinos, vive en guardia contra el mosquito. En su barriada, “hay sobre todo gente mayor, es verdad que también jóvenes, pero los mayores son mayoría”, y se sienten más vulnerables ante lo que les pueda pasar.
Luis Montero, además, está en una relativa buena forma física. Trabajó toda su vida como albañil. Muchos de los edificios de Sevilla Este o Ciudad Expo, en Mairena del Aljarafe, pasaron por sus manos, hasta que la enfermedad que se llevó a su mujer le obligó a prejubilarse para cuidarla.
Ahora, intenta superar esta picadura de un mosquito que, según los datos que ha transmitido este lunes la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, ha afectado a nueve personas la pasada semana, tres en Dos Hermanas, cuatro de Coria del Río, uno de La Puebla del Río, otro de Sevilla y otro de una ciudadana de Navarra que se encontraba en Utrera.
Además, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha detectado la presencia de virus del Nilo Occidental en las capturas de mosquitos realizadas entre el 1 y el 8 de agosto en los municipios sevillanos de Almensilla, Bollullos de la Mitación, Dos Hermanas, Gelves, Los Palacios y Villafranca y Villamanrique de la Condesa, así como en Barbate, Cádiz.
La pelea contra el mosquito sigue adelante, y en casos como el de Luis tiene nombres y apellidos, el de una persona que “en solo un día” pasó de tener una vida activa a estar sentado en un sofá intentando recuperar la vitalidad que le robó la picadura.