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El humorista Manu Sánchez anuncia que padece cáncer testicular

El humorista sevillano lo ha comunicado en el programa de Canal Sur ‘La Tarde, aquí y ahora’, junto a Juan y Medio y Eva Ruiz

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  • Manu Sánchez.

El humorista sevillano Manuel Sánchez Vázquez "Manu Sánchez" ha anunciado que padece un cáncer testicular por el que está en tratamiento intensivo desde hace tres semanas, lo que, unido a la operación a la que ha sido sometido, implica que tiene muchas posibilidades de superarlo.

Sánchez, de 37 años, lo ha comunicado en el programa de Canal Sur ‘La Tarde, aquí y ahora’, junto a Juan y Medio y Eva Ruiz, y ha dicho que ha elegido esta forma de decirlo “porque en todas las casas no siempre pasan cosas buenas, y quería contar yo lo que es, y que nadie cuente lo que no es”.

Ha concretado que hace tres semanas inició un tratamiento de quimioterapia que durará otras nueve, lo que le ha obligado, de momento, a parar su actividad profesional, incluyendo la presentación del programa ‘Tierra de Talento’ en Canal Sur, del que se encargará en su ausencia la cantante malagueña Diana Navarro.



Manu Sánchez ha señalado que está siendo sometido a un tratamiento “muy potente”, porque “quitando el lío gordo, lo demás está muy bien” y todas las pruebas "son positivas”.

“Estoy deseando que lleguen las elecciones generales, que llegue agosto, que haya lío gordo”, ha bromeado, y ha dado algunos detalles de su enfermedad, un cáncer germinal testicular, que, en su caso, “solo tiene metástasis en los ganglios”: "Mi oncóloga me ha dicho que tengo muchas posibilidades de curación”.

Siempre en tono de buen humor, aunque ha reconocido que la entrevista se podría haber suspendido si no se encontraba bien, ha agradecido la labor del equipo de oncología del hospital Virgen del Rocío: “Tenemos la suerte de tener una sanidad pública que es referente en el mundo. No sabemos la suerte que tenemos. Hay motivos para venirnos abajo, pero incluso con lo que tengo ahora no paro de repetirme que qué suerte tenemos”.


NOTA OFICIAL DE MANU SÁNCHEZ

LOS LÍMITES DEL TUMOR

¡Entregamos! Y yo que andaba ocupado con lo de los límites del humor. Me encuentro a día de hoy ante el descubrimiento de que son los límites del tumor los únicos que verdaderamente me preocupan. Y más concretamente del mío. Que si el humor no tiene límites y ahí radica la fuerza que lo hace revolucionariamente invencible. El tumor sí los tiene y ahí radica la debilidad que lo hace esperanzadoramente derrotable. Que entre humor y tumor… siempre gane la alegría.

Y es que en la vida a veces todo salta por los aires. Y hoy me encuentro aquí necesitando compartir contigo, con quien he compartido ya tantas y tantas cosas, que mi diagnóstico es claro: TENGO CÁNCER. Y uso la palabra sabiendo que “una cosita mala” suena más de nosotros, pero también con la convicción de que después de toda una vida dedicado en cuerpo y alma a la noble tarea de intentar encontrar la palabra perfecta, en este caso el enemigo tiene su nombre, y no nombrarlo pareciera que lo hace más temible, que le diese ese misterio un aire de no sé qué que qué sé yo que lo convierte en más de lo que es, como si encima le hiciese falta al puñetero, y a mí incluso a estas alturas me sigue dando más miedo y vergüenza, parecer achantado que muerto. Así que CÁNCER: TUMOR GERMINAL DE TESTÍCULO CON METÁSTASIS EN LOS GANGLIOS. Y aunque la bomba es la que es y sonar suena como suena, dejadme que comparta esto con ustedes para poder tranquilizaros conmigo, ya que sé que, aunque no son buenas noticias, el viaje hasta llegar a ese punto hizo que conocer el nombre y los apellidos fuese un bálsamo de alivio ante escenarios muchísimo peores. ESTE ES CURABLE EN UN ALTO PORCENTAJE. Y en eso estamos ya desde hace algunas semanas, y de eso va también este comunicado, para contar lo que es y por consecuencia también lo que no es.

A día de hoy ya me he sometido con éxito a una orquiectomía, que no es nada más y nada menos que la extirpación del testículo afectado y su correspondiente tumor. Así que, si necesitáis memes, chistes, montajes, vídeos y cargas de tener un solo huevo, poneos en contacto conmigo que mi encantador entorno ya se ha encargado de que los tenga absolutamente todos, y por supuesto muuchos más que estoy sumando yo. ¡Manda huevos!

Tras eliminar de mi cuerpo el tumor madre, ha tocado comenzar la quimioterapia para curar los ganglios afectados por la metástasis, y ahí llevamos ya con ésta 3 semanas. La quimio completa serán 12 (4 ciclos de 3 semanas cada uno, del que ya estamos rematando el 1º). Hay muchas esperanzas de que la quimio sea capaz de eliminar el cáncer de los ganglios, y de no ser así se extirparían los ganglios afectados, e incluso se darían más pasos que la ciencia, la medicina y la investigación ponen sobre la mesa. La quimio está siendo dura y agresiva con los malos, porque tiene, debe y por suerte por mi condición física, puede serlo, pero además de arrasar con los bichos también se está llevando por delante defensas, fuerza, pelo, y demás cosas buenas, así que ahora toca centrarse en descansar y en superar esta etapa. Intentaré hacer gran parte de mi vida normal y volcarme en labores de escritura, producción, desarrollo, gestión empresarial de 16 Escalones y muchas tareas que forman parte de mi día a día y puedo llevar a cabo más o menos resguardado de multitudes, y no exigen tanto físicamente como largas grabaciones y directos con equipos grandes, mucha gente y demasiada exposición.

“Tierra de Talento” seguirá adelante desde este mismo sábado con mi adorada Diana Navarro como Maestra de Ceremonias junto a María Villalón, el jurado habitual, nuestros geniales concursantes y estoy seguro que con el cariño aún más multitudinario que nunca de nuestro público. Mis compromisos del Cartuja Center del 8 y 9 de junio en Sevilla también seguirán adelante. Antes de saber nada de esto anunciamos y programamos el espectáculo de nombre: “SE ACABÓ”. Iba a ser mi propuesta más sincera, deslenguada, descarnada y kamikaze. Un golpe en la mesa libre y liberador. ¿Y la casualidad del nombre? Ni queriendo. Ahora permítanme que simplemente les anuncie que cambia radicalmente y pasa a llamarse:“NO SE ACABÓ”. Y me apetecerá hacer un ejercicio ante esos miles de personas que ya tienen su entrada de abrirme en canal para reírnos como si no hubiese un mañana, ahora que soy más consciente que nunca de que puede que no haya un mañana. Déjenme contarles que creo que hay vida antes de la muerte y debemos exprimirla juntos. En el escenario os espero… precisamente ahora que NO SE ACABÓ. Nunca habré sido más libre.

Y es que el destino me tenía preparada demasiadas cosas que contar. Yo que ya andaba convencido de que ya era un pureta sin posibilidad de ser demasiado joven ni prometedor ya para nada, sin haberme visto venir que sí lo soy para morirme. Así que, créanme, voy a pelear fuerte para morirme cuando toque no antes de salir en “Centenarios”.

Sé que tengo cáncer desde el pasado 19 de abril, era miércoles, y yo estaba aparcando en el Auditorio del Riberas del Guadaira desde donde grabamos “Tierra de Talento” cuando recibí la llamada de los resultados. Cáncer, pero aún no sabíamos dónde, cuándo, cuánto, ni cómo venía. Me fui corriendo al hospital y tras tragarme sin masticar la noticia, decidí varias cosas: la primera volver al teatro y hacer el programa, lo necesitaba, nada deseaba más que mi vida, mi equipo, mi familia y mi normalidad. Me puse la chaqueta de colores, me pinté de purpurina y a bajar la puerta grande para estar con mi gente. Show must go on. Pocas veces he tomado una decisión más acertada, pocas cosas más sanadoras que la reunión de amigos y amigas, profesionales dejándose la piel por la cultura, la música, la excelencia, la diversidad, el compromiso y la alegría.

La segunda fue no contarle nada a nadie hasta no saber el nombre y los apellidos, hasta no desvelar ante qué estábamos y cómo venía. Déjenme que les diga algo, al día siguiente estábamos en monitores y el día 21 de abril nació Leonor y fui papi de nuevo. No sé si a mucha gente le ha pasado ver la muerte y la vida (en ese orden) desde tan cerca y tan seguidos. La montaña rusa de emociones aún la estoy digiriendo y llegado su momento os la contaré con más detalles, pero sobre todo tenía claro que a Leonor yo no podía robarle su alegría.  Ella ha nacido feliz, trayendo felicidad, llegando a una familia feliz, con familias y amigos felices, colores, globos, celebración y alegría, mucha alegría. Abrazos, besos, mensajes, visitas, regalos, llantos de emoción, entusiasmo y alegría. Mucha mucha alegría, la que ella se merecía y créanme… la que yo necesitaba. 

El 19 de abril en aquel aparcamiento del Talento tuve frío, mucho mucho frío. Frío, yo no he tenido más frío en mi vida. Fuera brillaba el sol, pero yo tenía frío. Mucho, mucho frío. Tras demasiadas semanas con un dolor de espalda que me hacía la vida normal cuesta arriba y el descanso imposible, comencé una serie de pruebas interminables para encontrar la causa: resonancias, radiografías, electros, análisis y un largo etcétera que me ha hecho pasar por las manos de reumatólogos, endocrinos, fisioterapeutas y un sinfín de especialistas que reconocían no tener en sus manos la causa de mi dolor ni por lo tanto la solución. Cada prueba y cada especialista yo era paradójicamente un tipo demostradamente “más sano” y (por esas comillas) con más miedo. Cuantas más cosas estaban claras que no eran, menos cosas quedaban por poder ser. Así que mientras seguíamos subiendo y subiendo las dosis de morfina para poder ser, estar y aparecer nos iban quedando solo las posibilidades más feas.

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