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Sevilla

Desalojan una antigua sala de conciertos tras ser ocupada como centro "comunitario"

Un espacio ocupado por un colectivo de mujeres al objeto de usar el mismo como centro social ocupado

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  • Imagen de recurso de la Policía Nacional. -

La Policía Nacional ha desalojado la noche de este pasado jueves un local de la calle Muñoz León de Sevilla capital, en plena ronda histórica, después de que el mismo fuese ocupado sin título alguno por un colectivo de mujeres al objeto de usar el mismo como centro social ocupado y autogestionado, de uso "comunitario".

Las citadas activistas han informado de que se trata de una antigua sala de conciertos "abandonada" y deteriorada, que desde unas dos semanas atrás estaba siendo adecuada por el colectivo para su uso como nuevo espacio social, con el nombre de Centro Social Okupado y Autogestionado La Leona.

Sobre las 19 horas de este pasado jueves, el colectivo hacía pública la ocupación del local, destinado a acoger un proyecto "comunitario, cultural y artístico" en el que "tejer redes de apoyo y solidaridad, compartir experiencias y aprendizajes y, al mismo tiempo, atender las necesidades de la juventud y del barrio".

Pero tras hacer público tal extremo, según las activistas, a partir de las 20,00 horas habrían comenzado a llegar agentes de la Policía Nacional, cuerpo que finalmente desalojó el local sin acometer detenciones ni identificaciones, según han detallado a Europa Press fuentes policiales, señalando que el dueño del recinto solicitó la actuación de los agentes tras ser informado por un vecino de la zona de la ocupación de la sala.

El colectivo de activistas, que habría ocupado el local sin la aquiescencia del dueño, expone que la Policía Nacional acometió el desalojo "sin contar con ninguna orden judicial". "Varias personas que ejercían de mediadoras del colectivo informaron a los agentes policiales de la situación y les aportaron pruebas de que varias personas residían en el interior del edificio desde hacía al menos dos semanas", alegan, considerando "ilegal" el desalojo y criticando que los agentes actuasen "por la fuerza".

Además, las activistas defienden sus esfuerzos por localizar a la persona o entidad propietaria del local, insistiendo en que el mismo estaba "abandonado".

Según el colectivo, "cada vez más edificios se abandonan y quedan a merced de la especulación y, en paralelo, van quedando cada día menos lugares que representen las identidades culturales de nuestros barrios, a la par que desaparecen espacios que den cabida a un arte libre del yugo económico".

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