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El Mawi, junto a la estatua de Camarón sin puertas en el campo

El artista gaditano cierra el festival La Isla Ciudad Flamenca este viernes a partir de las 22.00 horas en la plaza Juan Vargas, junto a la Venta.

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Dice que fusiona estilos, pero no es cierto. La palabra fusión no define lo que hace El Mawi. Fusión es mezclar dos productos y crear uno nuevo con las cualidades de los dos a costa de que desaparezcan los originales.

El Mawi mezcla estilos, los combina, los respeta, los engrandece y los comulga en sus actuaciones manteniéndolos en toda su pureza. Puede parecer otra cosa pero no lo es. Y puede parecer otra cosa porque no es costumbre ver a artistas como El Manwi. De eso se trata. De que es artista. No un artista, que también. Artista. A secas.

Comenzó como bailaor pero dice que se sentiría cojo si no pudiera cantar también. No es el primero que lo hace y los que lo han hecho antes son leyendas, en algunos casos vivas, del flamenco.

Quiere hacer algo más difícil pero no imposible y no le faltan los apoyos, aunque a los que los apoyan les falte el dinero para hacerlo: un musical a lo Brodway pero en flamenco.

Le gustaría haber vivido ese flamenco de las seis de la mañana con esas grandes figuras del cante y del baile que marcaron la segunda mitad del siglo XX pero es consciente de que vive en una época que pide otras cosas y él las da. Eso es lo mejor, no equivocarse de lugar ni en el espacio ni en el tiempo.

Y cree que el flamenco no va a desaparecer. Es más, se mantiene y se enriquece con cantes perdidos que se recuperan. Porque el flamenco no se puede perder como no lo ha hecho en los siglos de vida que tiene. A todo lo más aparece y desaparece.

Va a cerrar La Isla Ciudad Flamenca en la plaza Juan Vargas, junto a la Venta de Vargas, junto a la estatua de Camarón. El viernes 31 a las diez de la noche. Entrada gratis porque no se le pueden poner puertas al campo. Ni a las plazas (a algunas, sí).

Allí se podrá admirar a este joven afincado en Madrid por motivos de trabajo que ha venido en el mes de agosto a su tierra a descansar y lleva trabajando un día sí y otro no.

Si van a verlo, vayan a ver a El Mawi, así, a secas. Al artista. Sin etiquetas. Quien quiera verlo de otra forma, allá él. Pero a un artista sólo se mira de una forma.

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