Una carrera meteórica en apenas once meses, pero que nadie se equivoque que no le han regalado nada. Llegó de tapadillo al San Fernando CD el pasado verano para, en principio, jugar en el filial y alternar entrenamientos con el primer equipo. Fue el jerezano José Pérez Herrera el que descubrió sus virtudes, sus tremendo potencial y sus defectos, los pulió y él fue asimilando como buen alumno todas esas enseñanzas.
Sus exhibiciones con la camiseta azulina, sobre todo ante el Murcia, no pasaron desapercibidas y en el mercado de invierno hizo las maletas para desembarcar en Pucela. Once meses después ha logrado el ascenso a Primera División con el Real Valladolid. En efecto, se trata de Chris Ramos, que ya en su Cádiz natal de vacaciones atendió con a este medio para hablar precisamente de una temporada que difícilmente podrá olvidar a sus 21 años.
“Los primeros días pasé mucho frío, un tío de Cádiz como yo y entrenando con una sensación térmica de menos 7 grados..., sin embargo poco a poco te vas acostumbrando y, sobre todo, en esa zona las casas están perfectamente acondicionadas para el invierno hasta el punto de que en mi casa terminé yendo en camiseta de mangas cortas. Eso no pasa aquí en el sur, que todos sabemos que por mucho que nos abriguemos siempre tienes frío”, indicaba el delantero.
Once meses de vértigo
Chris Ramos hablaba precisamente de cómo le ha cambiado la vida en apenas un año. “Firmé con el San Fernando sabiendo que iba para jugar en el B, pero el míster Pérez Herrera habló conmigo y me dijo que siempre tuviera confianza en mi mismo y, a partir de ahí, él fue el que me dio la confianza definitiva y sabía que iba a tener minutos con el primer equipo, pese al potencial que había en esa plantilla. No esperaba que fuese el boom que fue, pero sí que iba a jugar”.
Asegura que todavía no es demasiado consciente de lo que ha logrado en apenas un año porque “en el fútbol todo va tan rápido que cuesta trabajo asimilarlo. Yo creo que con el tiempo realmente me daré cuenta de todo lo que he hecho en un espacio tan corto de tiempo”.
El gaditano recuerda como han sido estos días tras confirmarse el ascenso del cuadro vallisoletano tras superar la eliminatoria final con el Numancia. “Fue una locura disfrutar del ascenso con mis compañeros. El trato que he recibido en Valladolid desde el primer día ha sido espectacular, tanto por parte del vestuario, como de los dos entrenadores que he tenido con Luis César primero y con Sergio González luego, el presidente o el director deportivo que siempre han estado ahí cuando los he necesitado”.
El Real Valladolid llegó a la fase de ascenso casi por los pelos en la última jornada de la temporada regular, pero ha sellado una liguilla casi inmaculada, ganando los dos partidos de la primera eliminatoria ante el Sporting y luego ganando y empatando ante el Numancia. “La dinámica cambio con la llegada de Sergio a falta de ocho jornadas, y todo ello pese a que estábamos muy lejos de la liguilla y teníamos un calendario muy difícil con casi todos los de arriba. Poco a poco llegaron los resultados y el juego, a los play offs llegamos con mucha confianza, nos entraba todo lo que habíamos fallado antes en la temporada regular y pasó lo que tenía que pasar”, señala Chris.
A partir de ahora, toca pensar en el futuro y el espigado delantero tiene tres años firmados con el conjunto pucelano. “Tengo la mente puesta en Primera y tengo muy claro que voy a luchar por ganarme el puesto, luego lo que tenga que pasar, pasará, pero esa es mi intención. Ahora mismo quiero desconectar un poco del fútbol y a la vuelta ya se verá lo que sucede”.
La travesía de Chris Ramos en el mundo del fútbol no ha sido fácil y, por ello, tras su éxito se ha querido acordar de los que siempre han estado ahí y, en especial, en una persona. “Me acordé de todos los que me han apoyado en el mundo del fútbol, de mi familia y en especial de mi abuelo, un pilar superimportante en mi carrera, que me llevaba siempre a entrenar hiciese el tiempo que hiciese”.
Elogios a Pérez Herrera
Chris Ramos recibió la visita de José Pérez Herrera en Valladolid durante el encuentro de ida de la primera eliminatoria de ascenso ante el Sporting de Gijón y no esconde la especial devoción que siente por el jerezano. “Con el míster hay una relación muy especial, en mi caso ya es más que un entrenador, es una gran persona y un gran amigo. Siempre está ahí para darme consejos y ayudarme cuando lo necesito. Es un técnico de superior categoría y se merece dar el salto”.
Por último, sobre la salvación del San Fernando CD y esa novena plaza, se mostraba contundente. “No tenía ni la menor duda de que se salvaba por el grupo que había ahí metido. Es cierto que no se comenzó bien y nadie quizás sepa realmente lo difícil que fue sobrevivir a aquella situación de incertidumbre, pero ahí de nuevo apareció la figura de Pérez Herrera para aislarnos de los problemas y que el equipo diese su mejor versión”.