El 1 de septiembre de 2008 las primeras vallas hacían acto de presencia en la calle Real para el comienzo de unas obras que han cambiado desde entonces el día a día y la fisonomía de hasta la que por aquel entonces era la arteria principal de San Fernando. En efecto, se cumplen siete años del inicio de las obras del tramo urbano del tren tranvía de la Bahía de Cádiz a su paso por La Isla y, lo único cierto, es que la incertidumbre sigue marcando a día de hoy el futuro de un proyecto que parece interminable. Todo ello cuando los plazos iniciales de obra que se dieron por aquel entonces en el tramo urbano de San Fernando se estipulaban que durarían 24 meses que no se van de la calle Rea-y ya van por 84-.
Siete años en los que las críticas y las alabanzas se han repartido por igual para un medio de transporte que ha trasformado San Fernando y del que todavía no se sabe cuándo circulará de manera definitiva.
Sí que lo hizo en pruebas de funcionamiento en noviembre de 2014 y la intención era que el pasado mes de mayo las volviera a realizar pero ya con pasajeros para comprobar la integración de este nuevo medio de transporte en la vida diaria de los isleños, algo que finalmente no se concretó porque de nuevo hubo que levantar varios tramos de la calle Real destrozados por el tránsito de vehículos y cambiar de nuevo la fisonomía de la vía para hacerla más resistente al trasiego de los mismos.
Un proyecto que en estos siete años hay que recordar que ha estado judicializado y con sentencias en contra, pero que sigue avanzado hasta alcanzar, según la Junta, el 84 por ciento de su ejecución total el pasado mes de julio.
Lo que queda pendiente
Varios son los retos que tiene por delante durante los próximos meses la Junta de Andalucía con el proyecto del tren-tranvía y, en el caso de San Fernando, el principal es culminar las obras de la solería que actualmente se siguen desarrollando en la calle Real y, sobre todo, la firma del convenio que permitirá la construcción de la subestación eléctrica en el futuro polígono industrial de Janer para abastecer de suministro, no solo al tren tranvía, si no también a la localidad isleña para futuros desarrollos que están pendientes de poder contar con potencia eléctrica.
Otro de los cabos sueltos que tiene que atar la Administración autonómica en los próximos meses es la futura explotación del tren tranvía. En este sentido, a finales del pasado mes de julio se acordó en Madrid en una reunión entre el Ministerio de Fomento y la Junta la creación de un grupo de trabajo al objeto de determinar quién se hará cargo de dicha explotación. La Junta tiene claro que su intención es que sea RENFE y esa es otra cuestión espinosa que está sobre la mesa.
