Fray Carlos, cardenal Amigo Vallejo, de Santa María de Monserrat de los Españoles y arzobispo emérito de Sevilla, presidió en la tarde del domingo 11 de mayo, el pontifical conmemorativo del 75 aniversario de la hermandad sacramental de los Afligidos (Estudiantes). Tal día como ese, un grupo de jóvenes acompañados del Padre José María Franco Delgado fundaban hace 75 años la hermandad de los Estudiantes.
El acta de aquella sesión fundacional reza así: "En la tarde del día 11 de Mayo de 1939, en la Capilla del Stmo. Cristo de la Vera Cruz, tuvo lugar la primera reunión con el Capellán de la misma Don José Mª Franco y los niños: Luis Moreno García, Manuel Rodríguez Panadero, Benito Rodríguez Pastoriza, Fernando Rodríguez Viaña, José Cruz Ruiz, Alejandro Fernández Oanes, Eugenio Baturones Linares, Sebastián Maura Gutiérrez, Jesús Rodríguez, Adolfo Zaragoza, Emilio Hernández, José Luis Caos, Luis del Cerro, Francisco Fernández, Antonio Rivera, Alfonso Domínguez, Pedro Vez, acordándose los asuntos siguientes:
1º Se trata de formarle hermandad a una antigua escultura de Nuestro Padre Jesús del Nazareno que se venera con el nombre de Nuestro P. Jesús de los Afligidos, y como para ello es necesario solicitar la aprobación del Obispo de la Diócesis y el permiso del gobernador de la provincia mediante una instancia dirigida a los mismos, se acuerda que el P. Capellán haga las gestiones que sean necesarias.
2º Para empezar a trabajar por la Hermandad a formar, acordó nombrar una junta provisional formada por:
Presidente: Pedro Vez
Secretario: Alfonso Domínguez
Tesorero: Antonio Rivera
1º Vocal: Sebastian Maura
2º Vocal: Luis Moreno
3º Vocal: Eugenio Baturones
Y no habiendo otro asunto de que tratar, como secretario provisional lo certifico en:
San Fernando, a 13 de Mayo de 1939"
Amigo: "El Señor dice: yo sé de quién me he fiado"
El cardenal Amigo Vallejo, que ya presidió la función principal de instituto de la hermandad hace 25 años, coincidiendo con el cincuentenario de la hermandad y cuando entonces era arzobispo de Sevilla, ha ofrecido una gran homilía.
El cardenal, enlazando con el evangelio del día, manifestó que Jesucristo dirá "Yo sé de quién me he fiado. 75 años, ¡cómo pasa el tiempo!. Hace 25 años nos reuníamos aquí para las bodas de oro. ¡Cómo pasa el tiempo!. Y los momentos y las circunstancias, cuando tu hijo era pequeño le querías con todo el alma y ahora que es mayor también. Cuando tu hijo te da una alegría lo quieres muchísimo, y cuando te mata a disgustos, también. ¡Cómo pasan!, las cosas, las edades, las circunstancias y cómo permanece el amor.
¿Cuántos años hace que murieron tus padres?, y ni un solo día dejas de acordarte de ellos. En esta misma mañana parece que tu madre te está tomando la mano y te dice: hijo mío, hija mía, el amor permanece, el amor verdadero; y por eso no os extrañéis de que hay bastantes cosas que cambian, las ideas, qué se yo. Pero no son los cimientos donde pusisteis vuestra hermandad. ¿Qué columnas con las que están sustentando que más allá del tiempo?, y no sólo físico, mantienen las hermandades, y en este caso vuestra hermandad. 75 años. ¿Dónde están los cimientos? si parece que todo se resquebraja, el cimiento más importante es la fe; la fe en Jesucristo el Señor. Nosotros sabemos bien, dijeron aquellos jóvenes hace 75 años, de quién nos fiamos. Del Señor y de su Santísima Madre y este es el sustento y la fuerza y sin fe, todo sería muy bonito, pero estaría muerto".
El cardenal siguió en su exposición y añadió "el otro cimiento, profundo y consistente es la familia. No se puede pensar en una hermandad sin la familia.¡Pero si el primer recuerdo que tienes de tu vida es cuando tu abuelo te llevó a ver una hermandad y te enseñó a decir: es el Señor, es el Señor, es el Señor...!, Cuando tu señalabas con el dedito la imagen; pero si el día más triste de tu familia es cuando viste a tu padre amortajado con la túnica de tu hermandad, pero si el día más emocionante fue cuando fuistes con tu novia a ver a la Virgen de la Amargura y decirle que os ibáis a casar, y resulta que toda tu vida está jalonada por las vivencias más profundas de tu familia", manifestó en clara alusión a la importancia de la familia.
"El otro cimiento-manifestó el cardenal- es San Fernando, La Isla. No es solamente el lugar donde se ha nacido. Es una historia, una tradición, unas costumbres, una brisa, unas gentes, un color de las cosas. San Fernando no es simplemente lugar donde he nacido, sino la vida que vive en mí, y esta mañana puede ser que muchos hermanos de la hermandad, muy lejos de San Fernando, estén llorando de emoción pensando en lo que estamos celebrando. No es simplemente la asociación a la que pertenezco, es la vida que vive en mi, y así donde quiera que un hijo o una hija de San Fernando esté, se lleva en el corazón lo mejor de su vida. No es que haya nacido allí, es qu ella vida de esta ciudad, vive en mi, y por eso las hermandades hacen las cosas a su modo, a su estilo, con su forma de ser, porque la cultura de cada puerta, son las hermandades es una especie de escaparate donde se reconoce esa cultura donde han nacido: la fe, la familia, el pueblo".
La fe, la familia y el pueblo, como cimientos
El cardenal fijó en la fe, la familia y el pueblo, los cimientos de la hermandad de los Afligidos y manifestó, "columnas muy fuertes y hoy la fiesta del Buen Pastor y que palabras más admirables, mirando al futuro a veces pensamos y ¿cómo será el futuro de la hermandad?, cuestión completamente inútil. Porque lo importante no es preguntarse cómo será el futuro, sino preguntarte, ¿cómo queremos que sea?. ¿ Cómo será el futuro de tu hijo?, que importa. Cómo quieres que sea, quieres que sea un hijo honrado, un hombre cabal, una hija generosa, personas recabadas de credibilidad, personas de fe, edúcalos de esta manera. Como queréis que sea vuestra hermandad. Esta es la responsabilidad del presente. El Señor es mi pastor nada me falta, en verdes praderas me hace recostar, aunque camine por cañadas oscuras y Dios mío, cuantas cañadas oscuras, no temo porque su vara y su callado me sostiene".
"Celebramos estos 75 años para agradecer a aquellas personas que pusieron estos cimientos en la vida de vuestra hermandad, algunos de ellos están presentes aquí entre nosotros. Para agradecer a estos jóvenes. Es para aprender, para aprender del riesgo, de la responsabilidad, de la confianza, del orgullo de unos y otros, celebramos estos 75 años para recordar, para recordar y recordar no es solamente hacer memoria de algo que ocurriera hace muchos años, sino que es pasar de nuevo por el corazón. Tu recuerdas a tu padre y tu madre y lloras, porque han pasado por el corazón el afecto que les tenías. No son simplemente para hacer memoria sino para pasar de nuevo por la fe y el corazón, lo que tan huella ha dejado en vuestra vida. Y esta esperar no es sentarse y dejar que vayan aconteciendo las cosas, sino que la esperanza es vivir y alo que tenemos y confiaar en la fuerza de esa semilla, con una famosa copla andaluza ´la moneda que está en la mano, quizás te la puedas guardar, pero la monedita del cariño se pierde, si no se da´”, manifestó.
"Unos 75 años que no son para guardar, sino para servir. Yo sé de quién me he fiado. Esta es la mejor felicitación que recibís de estos 75 años. Yo sé de quién me he fiado, os dice Jesucristo", concluyó monseñor Amigo Vallejo.
La ceremonia ha estado concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos el párroco del Santo Cristo, Rafael Pinto Vega y el vicario parroquial; el arcipreste de San Fernando, Alfonso Gutiérrez Estudillo, así como los priores del convento de los carmelitas descalzos de San Fernando y el prior de los dominicos de Cádiz, con cuya orden tiene carta de hermandad la cofradía de los Afligidos, entre otros sacerdotes isleños.
Homenaje a los fundadores
Finalizada la eucaristía se realizó un homenaje a los hermanos fundadores. En nombre de los que ya han fallecido, acudieron familiares directos.
El cardenal entregó una medalla conmemorativa a todos los fundadores o familiares, empezando por Marcelo Franco, sobrino del sacerdote y promotor de la fundación de esta cofradía y siguiendo por Pilar Moreno Salazar, sobrina del sacerdote Luis Moreno García de la Herrán; Ana Molina Olmo, viuda de Benito Rodríguez Pastoriza; María del Carmen Fernández Román, viuda de Antonio Rivera; Teresa Calderón Castellano, viuda de José Cruz Ruiz; Luis Zaragoza Ruiz, hermano de Adolfo Zaragoza Ruiz; Mercedes Fernández Oanes, hermana de Alejandro Fernández Oanes; Sebastián Maura Rivero, hijo de Sebastián Maura Gutiérrez; Fernando Rodríguez Moreno, hijo de Fernando Rodríguez Viaña; así como a los hermanos fundadores presentes: Eugenio Baturone Linares, José Luis Caos y Alfonso Domínguez Trigo.
Al pontifical han asistido el alcalde de San Fernando, José Loaiza, en representación de la Corporación Municipal, así como el general de Infantería de Marina, Javier Hertfelder Aldecoa, y los hermanos mayores de las hermandades del Carmen, San José y Nazareno, invitados a esta ceremonia como patrona, patrón y regidor perpetuo de San Fernando, respectivamente. Así como el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías.
La coral Logar de la Puente, acompañada de una pequeña orquesta de la Sociedad Filarmónica de San Fernando ha aportado la mayor solemnidad a la ceremonia conmemorativa de esta efeméride.
La ceremonia comenzó a las 12,00 horas con la llegada del alcalde y ha culminado a las 14,00 horas con el aplauso del público al cardenal por su brillante exposición, y es que el cardenal Amigo Vallejo goza de un gran cariño en San Fernando.
"Ya me apunto para el centenario", manifestó el cardenal que hace 25 años participó en el 50 aniversario de la hermandad. "Lo veré desde un balcón del cielo y pensaremos, pero no fue como el 75 aniversario", manifestó Amigo Vallejo.
La hermandad de los Afligidos continuará el martes con una nueva conferencia dentro del programa conmemorativo.
