El San Fernando CD quiere cuanto antes pasar página del mal trago que sufrió el pasado domingo en la capital de España ante el Real Madrid Castilla, y que mejor manera que hacerlo este sábado arropado por su público en el Iberoamericano y ante otro filial como es el Celta B. El partido se jugará en horario muy poco habitual, a las cuatro de la tarde, y será dirigido por el colegiado tinerfeño Víctor Pérez.
El equipo de Salva Ballesta espera recuperar su mejor versión casera, esa que se vio hace dos semanas ante el Fuenlabrada, para llevarse los tres puntos ante un rival que llega al encuentro crecido después de vencer por claridad el pasado fin de semana al Rayo Majadahonda por 3-1. El equipo vigués marcha en el puesto 15 de la clasificación, es decir, un escalón por encima del descenso y cuenta con 13 puntos, dos menos que los isleños, de ahí lo trascendental del choque para que los azulinos abran brecha con los azulillos.
Habrá que esperar para ver si el técnico maño introduce muchas variaciones con respecto al equipo que cayó en la Ciudad Deportiva de Valdebebas o, por el contrario, sigue confiando en el mismo bloque salvó Rafa Páez, que cayó lesionado en los compases iniciales del choque ante el equipo de Raúl González Blanco. Tampoco estarán por lesión Sergio Ayala, Antonio Marín y Dani Molina.
Está claro que hay que ir partido a partido, pero el San Fernando tiene en los próximos 15 días una buena oportunidad para sumar varios puntos de una tacada si es capaz de hacerse fuerte en el Iberoamericano. De hecho, durante las dos próximas semanas tendrá que afrontar cuatro encuentros de los que tres serán en casa. El primero el de este sábado ante el Celta B, el domingo 4 de diciembre volverá a jugar como local ante el Linares (doce de la mañana), viajará entre semana a León para enfrentarse a la Cultural el día 7 y el 10 de diciembre tendrá derbi en casa frente al Algeciras.
Un importante maratón que, a poco que los de Ballesta hagan medio bien los deberes, pueden verse antes de acabar la primera vuelta con más de la mitad de los puntos necesarios para sellar la permanencia.
De todas formas, el Celta B también ha demostrado que, como buen filial, es capaz de lo mejor y de lo peor y fuera de su campo ha sido capaz de ganar en una plaza tan difícil como es Linares o también en Ceuta, además de empatar en otros dos campos de enjundia como son Alcorcón o La Línea. Por tanto, los isleños saben que tienen que hacer muy bien las cosas para que los tres puntos se queden en casa.
La afición confía en que el equipo recupere sensaciones tras el varapalo frente al Real Madrid Castilla y salir con una sonrisa del Estadio Iberoamericano a eso de las seis de la tarde, una vez que haya finalizado el choque.
