Sábado de infarto, de transistores, de los que dan emoción a una competición como es el deporte rey: el fútbol. El San Fernando se juega a las 18.30 horas en su estadio la permanencia ante un Atlético Baleares que también necesita ganar y esperar para saber si finalmente entra en la zona de play off de ascenso.
El partido se juega a las 18.30 horas y será dirigido por el colegiado riojano Miguel Sesma Espinosa, que ha pitado una vez a los azulinos esta temporada y fue en Sabadell, partido que ganaron los de Nacho Castro por 2-3.
Yendo por partes. Al San Fernando le basta con sumar un punto para no depender absolutamente de nadie y no tener que estar mirando de reojo que pasa en otros campos por equipos implicadas, es decir, Balompédica Linense, Sevilla Atlético y Cornellá.
Los isleños suman 48 puntos y es difícil explicar cómo con semejante cantidad de puntos el equipo todavía está con la incertidumbre de un posible descenso, pero es lo que tiene este Grupo 2 de la Primera RFEF que ha estado tan ajustado esta temporada.
Si se da el peor de los escenarios, es decir, que los isleños caen, para perder la categoría tendrían que ganar los tres equipos que tiene por debajo en la tabla. La Balona se mide en casa al ya ascendido Andorra; el Linares viaja a Sevilla para medirse al filial sevillista con la necesitad de vencer y esperar a qué o Sabadell o Nástic pinchen para meterse en liguilla de ascenso; y el Cornellá visita a un Castellón, que no se juega nada pero que habrá que esperar que tire de
honrilla para terminar bien ante su afición, sobre todo tras la
manita encajada la última jornada ante el Barcelona B.
Además, si el cuadro azulino saliese derrotado, la Balona empatase y el Cornellá ganase se situarían los tres con 48 puntos y, en ese caso, el que descendería sería el cuadro linense. Son muchas cábalas y la ecuación para bajar es difícil que se dé, pero es fútbol y todo puede pasar.
La directiva ha puesto precios muy populares para que la afición acuda en un buen número al Iberoamericano para llevar en volandas a los suyos en el último esfuerzo de la temporada. Es cierto que el equipo ha llegado en una dinámica muy mala al final de temporada, pero ojalá este sábado en el partido más importante de la temporada recupere su mejor versión.
Nacho Castro no podrá contar para el envite con el sancionado Saúl González, que fue expulsado en Palamós, ni tampoco con Calderón, que ha dejado de pertenece a la entidad isleña tras sus numerosos actos de indisciplina. Tampoco estará Caballero, que ha vuelto a tener problemas musculares.
Y enfrente llega el Baleares, al que solo le vale ganar y esperar a que pinchen los tres que tiene por encima –Sabadell, Nástic y Linares- para apurar sus opciones de meterse en la liguilla. Ha sido una semana extraña en el equipo mallorquín, ya que la directiva ha decidido destituir al técnico Eloy Jiménez, tras empatar sin goles con el Sanluqueño, y poner en su lugar a Jordi Roger, hasta ahora secretario técnico.
El cuadro baleárico no gana fuera de casa desde el 13 de febrero cuando se impuso al Betis Deportivo por 0-2. Desde entonces ha perdido cuatro encuentros y empatado tres. De todas formas, su potencial está fuera de toda duda con una plantilla que cuenta en sus filas con jugadores como René Román, Petcoff, Canario, Vinicius Tanque, Dioni o el ex azulino Hugo Rodríguez, que no ha tenido demasiada suerte esta temporada con las lesiones y no ha jugado todo lo que él hubiese querido.