Esperpéntica ha sido la reunión que se ha celebrado esta noche en el Ayuntamiento de Ronda. En una total falta de previsión los miembros del tripartito se han visto desbordados por la presencia de más de cien rondeños indignados por la forma de actuar de la delegada de Tráfico y de la Alcaldesa. Tras unos minutos tensos en los que la delegada, Paqui González, ha sido increpada por los presentes en la entrada del Palacio de Mondragón, la reunión tuvo que ser trasladada hasta el salón de plenos del consistorio.
La sorpresa de los presentes ha llegado al situarse la alcaldesa en un lateral del salón, durante casi una hora sin intervenir, y al tener que realizar las explicaciones el técnico municipal, Bartolomé Nieto, ante la incapacidad de la delegada de Tráfico para defender su propuesta.
La tensión se ha mantenido durante toda la reunión tras mantener los miembros del tripartito su intención de seguir adelante con la medida basándose en informes que no se han podido presentar a los presentes y centrando todos los argumentos en un discurso sin contenido.
Finalmente, la alcaldesa de la ciudad desbordada se ha comprometido a no cortar el Puente Nuevo en los primeros días de enero y aplazar la decisión.
En definitiva, la participación de los vecinos de toda la ciudad y las más de 2.000 firmas recogidas han dejado claro que el tripartido se ha quedado solo en su idea de cortar al tráfico el emblemático Puente Nuevo.
A la finalización de la reunión un gran número de presentes cuestionó la capacidad de la delegada de Tráfico e incluso especulaban con la posibilidad de que Paqui González pudiése presentar su dimisión en las próximas horas. A la vez sus compañeros del tripartido abrazaban y arropaban a la delegada que, sin duda, no ha estado a la altura de las circunstancias muy nerviosa y sin argumentos de peso.