“Me he sentido una especie de Alejandro Magno de la cultura española en el mundo, sin sangre ni violencia sino extendiendo la idea de la cultura como la mejor manera de conseguir la paz”, afirmaba ayer Molina en una entrevista con Efe, en la que hablaba de su nuevo libro de memorias, Lugares donde se calma el dolor.
Y aseguraba que suprimir el Ministerio de Cultura, como pide el Partido Popular, sería “un craso error” porque “es el que mejor representa la imagen de España”.
“No sólo no debería desaparecer sino que tendría que asumir todas las competencias de cultura que están repartidas por otros ministerios, en especial las de Exteriores, que fue una de mis batallas durante mi etapa de ministro”, afirmó Molina, que siempre ha hecho compatible su tarea de escritor con la de gestor cultural de grandes instituciones.
Fue director del Instituto Cervantes de 2004 a 2007, y luego estuvo al frente del Ministerio de Cultura desde julio de 2007 hasta abril de 2009, etapas de las que él se siente “especialmente orgulloso” porque “servir a tu país es lo mejor que se puede hacer”.
En la entrevista habla con entusiasmo de su nuevo libro, pero Molina no elude las preguntas relacionadas con su etapa de ministro.