Han pasado quince años desde su primera visita al Festival de San Sebastián con Pulp Fiction, la película que le dio a conocer al gran público, y ayer, convertido en un cineasta de culto, Quentin Tarantino presentó en el certamen donostiarra su nuevo largometraje, Malditos bastardos.
Malditos bastardos abre la sección Perlas de Zabaltegui y se ha convertido en una de las más esperadas porque su protagonista, Brad Pitt, acaba de llegar a la ciudad y ayer se paseaba por la alfombra roja para inaugurar el certamen.
Escrita y dirigida por Tarantino, Malditos bastardos ofrece una visión sarcástica e irónica en tono de western de la Alemania nazi, con un reparto coral del que forman parte, además de Brad Pitt, Christoph Waltz, Eli Roth, Diane Kruger, Daniel Bruhl, Til Schweiger y Melanie Laurent.
“Sí, siempre me ha gustado el spaghetti western”, explicó Tarantino, que incluso ha elegido la banda sonora de El Álamo para comenzar esta película. “Un western, sobre todo en los dos primeros capítulos, que huye de la iconografía del vaquero y la transforma en una iconografía nazi que recuerda también a los arquetipos de los jóvenes pandilleros de los años 60”.
Para Malditos bastardos, Tarantino se ha “inspirado” en una película italiana dirigida por Enzo Castellari en 1978 titulada Aquel maldito tren blindado, y, como ocurrió con las dos cintas de Kill Bill, la “venganza vuelve a ser protagonista”, incluso en el cartel del filme se puede leer: “La infame y salvaje historia de una desenfrenada venganza”.
“La venganza siempre ha estado presente en mis películas”, reconoce Tarantino al hablar de este filme, en el que también ofrece altas dosis de violencia, la misma que en otros de sus títulos como Reservoir Dogs o Amor a quemarropa, y es que “no se puede rodar una película de género bélico sin violencia”, explica.
En Malditos bastardo, Brad Pitt es el teniente Aldo Raine, que llega desde América a la Francia ocupada al frente de un grupo de militares judíos para acabar con el Tercer Reich.
Al mismo tiempo, una joven judía (Melanie Laurent), tras ver cómo los nazis matan a su familia, se convierte en la propietaria de un cine en el que Goebbels va a proyectar su nueva película y a cuyo estreno va a asistir Hitler, por lo que considera que ha llegado el momento de vengarse.
Diez años ha tardado Tarantino en terminar el guión de Malditos bastardos. Lo comenzó justo al rodar Jackie Brown y “fueron surgiendo los personajes poco a poco, pero la historia fue desbordándose e incluso pensé que sería mejor hacer una miniserie”, comentó. Pero al final, el año pasado lo terminó y se decidió a rodarlo.
“El rodaje ha sido muy especial”, afirmó el creador, junto a Robert Rodríguez, de películas como Sin city o Abierto hasta el amanecer. Y es que la película se ha rodado en los estudios Babelsberg de Berlín, donde Josef von Sternberg dirigió a Marlene Dietrich en El ángel azul o Fritz Lang Metrópolis, e incluso el propio Goebbels hizo sus películas. “Mi jefe de producción se instaló en el que fue su despacho”, declaró.
Tarantino se manifestó contrario al cine digital, incluso confesó que sus películas no pueden proyectarse en este formato por contrato, y mostró cierta nostalgia por los cines de barrio en los que el se crió viendo cine en su ciudad natal, Knoxville.