Julião Sarmento es uno de los artistas portugueses con más proyección internacional que eleva las imágenes pornográficas a obras de arte.
Julião Sarmento es uno de los artistas portugueses con más proyección internacional que eleva las imágenes pornográficas a obras de arte y las utiliza para hablar de las relaciones humanas y cuestionar lo políticamente correcto en las 51 obras que ha traído a Madrid.
Su gusto artístico por reproducir fotos de revistas pornográficas en cuadros, "collages", instalaciones, dibujos y vídeos se puede ver en "Distancias Cortas/Close Distance", exposición que se puede visitar gratis del 3 de abril al 5 de junio en La Casa Encendida.
Felaciones, penetraciones y masturbaciones son su fuente de inspiración y las copia en la serie "Pornstar" (2002) como en otras obras que están colgadas en las salas de La Casa Encendida a partir del sábado próximo.
Para Sarmento (Lisboa, 1948) "el erotismo es como el café con leche que, al final, es más porno que el porno porque no llega a ser nada; el erotismo es pornografía escondida, es como un gato escondido con la cola fuera", comentó en una entrevista con Efe.
"La pornografía es bastante más honesta que el erotismo porque es lo que es, no esconde nada", añadió.
"Siempre, la pornografía se entiende como una trasgresión, no tiene porqué ser así ya que la pornografía es una normalidad de la vida", dijo.
Sobre Este concepto de la intimidad se articula la exposición, con obras desde 1990 a la actualidad que han sido seleccionadas por el jefe de la sección de Arte del diario británico "The Guardian", Adrian Searle.
"Distancias Cortas/Close Distance" no es ni una retrospectiva ni trae a Madrid un trabajo nuevo del artista sino que es "una novela" sobre la intimidad y la complicidad en la obra de Sarmento que ha pensado el crítico de arte británico, comentó el artista.
Visitar la exposición es exponerse a salir perturbado por las fotografías pornográficas reproducidas a lo grande.
En los cuadros de "Pornstar" se perciben primeros planos de escenas pornográficas reproducidas como si fueran manchas abstractas en negro sobre una tela blanca de más de dos metros de alto.
El espectador percibe las escenas de felaciones y penetraciones reproducidas a lo grande tan sólo cuando se acerca al cuadro.
Esto es parte del juego. A Sarmento le gusta jugar con las reglas de lo prohibido mostrando públicamente en una exposición fotos de revistas porno, "algo que una persona normal esconde", reconoció.
El sorprendido es el espectador porque no espera que al visitar una institución cultural se vaya a encontrar fotos porno elevadas a obra de arte, comentó.
En realidad, "no sabes lo que pasa ahí; pero pasa de todo", dijo el artista que representó a Portugal en la Bienal de Venecia de 1997.
Para los críticos de arte lo que llama la atención que en esa exposición es que apenas hay ni rastro de sus obras llamadas "pinturas blancas" con las que el artista luso saltó a la fama.
En Brasil, Sarmento atraviesa una buena racha y también en España, donde el museo CAC Málaga acaba de clausurar una retrospectiva que va a ir al museo Els Baluard, en Palma de Mallorca.
Esta semana, el artista portugués también inaugura en la galería madrileña Ivorypress Art + Books Space II otra exposición, "Papel".
Del 1 de abril y hasta el próximo 28 de mayo, el espacio de Elena Ochoa, esposa del arquitecto británico Norman Foster, expondrá 24 obras en papel, de las cuales cinco dibujos de la serie "Remarks in colours" se muestran por vez primera, comentó.