La Fiscalía de Granada ha mantenido este martes su petición de un año y seis meses de prisión y multa de 720 euros para el profesor de autoescuela acusado de tratar de estrangular a un examinador de la Dirección General de Tráfico tras un desencuentro durante un examen de conducir en Granada.
Asimismo, el Ministerio Público, que le atribuye al procesado José Luis M.O., un delito de atentado y una falta de lesiones, le reclama el pago de una indemnización a su víctima de 9.000 euros.
En el caso también está personada como acusación particular la Abogacía del Estado, que ha reiterado su solicitud de tres años y medio de cárcel por un delito de atentado y otro de lesiones, y, como acusación popular, la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), colectivo profesional que engloba a casi todos los examinadores de España, y que ha instado una condena, por un delito de atentado y dos faltas, de amenazas y lesiones, dos años de prisión, multas de un total de 960 euros, 12.000 euros de indemnización y el pago de las costas. La defensa, por su parte, ha solicitado la libre absolución.
En el Juzgado de lo Penal 3 de Granada, donde el juicio ha quedado ya visto para sentencia, el inculpado ha negado haber agredido al examinador, y ha señalado que fue "al contrario". Según ha explicado, el profesional de la DGT llegó más de una hora tarde al examen, porque se quedó tomando un café en un bar, y, al subirse al vehículo de la autoescuela, ya comenzó a proferir "insultos" al alumno que se examinaba, al que, según ha dicho, llamó tonto.
Asimismo, el examinador reclamó "con malas palabras" que se pusiera a la vista el piloto que indica que el profesor ha usado los pedales de apoyo, y por ello el profesor, según ha indicado, le dijo que en esas condiciones no podía "permitir" que tuviera lugar la prueba. Ya fuera del vehículo, según ha indicado, el examinador fue el que le pegó un empujón, una agresión que sin embargo ha reconocido que denunció días más tardes al saber que había sido también denunciado.
El profesor ha señalado ante el juez que lleva cerca de 40 años ejerciendo la profesión y que nunca ha tenido problemas con ningún otro examinador, y ha indicado que, cerca de su jubilación, no se iba a jugar su reputación por un incidente de ese tipo.
Testimonio completamente opuesto ha mantenido el examinador, que ha afirmado que en ningún momento insultó a cualquiera de los dos alumnos que se estaban examinando, y ha indicado que fue el profesor el que ya de entrada le trató mal diciéndole que "dejara de dar por culo".
En un momento dado, y cuando el examinador obligó a que el coche parara para bajarse, tras el desencuentro por el "chivato" de los pedales, el profesor le "ganó la posición" y consiguió situarse delante, ya fuera del vehículo. Allí, y tras amenazarle de muerte, le estranguló, acción que fue frenada por la acción de los dos alumnos.
De allí, salió huyendo, pese a la persecución de su agresor, y se dirigió a una comisaría cercana para interponer una denuncia y a Tráfico, donde informó a su superior de lo ocurrido. Y después ha tenido que recibir tratamiento psicológico y ha cambiado de trabajo, tras 20 años de examinador.
Como testigo, ha declarado una responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico, que ha asegurado que el examinador presentaba tras los hechos marcas en el cuello. También ha comparecido uno de los alumnos presentes, que ha acusado al examinador de tener un tono "prepotente y chulesco", si bien ha indicado que se quedó en el interior del coche "bloqueado" mientras se produjo una discusión entre los dos profesionales que no presenció.
Otro profesor de autoescuela, que también circulaba junto a tres alumnos por la zona, la Avenida Federico García Lorca, ha relatado por su parte que vio "perfectamente" cómo el inculpado "pegaba" al examinador y ha considerado que, de no haber mediado los examinados, la agresión podría haber sido "mucho mayor".
ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al día 24 de septiembre de 2013, cuando sobre las 11,30 horas el examinador de la DGT desempeñaba su labor en la Avenida García Lorca de Granada.
Por ello se subió al coche del acusado con la finalidad de practicar el examen a un alumno, pero, en el transcurso de la prueba, se originó una discusión entre el profesor de autoescuela y el examinador por lo que el coche paró.
El examinador intentó bajarse, pero el procesado lo hizo antes y se colocó delante del denunciante, que estaba sentado en el asiento trasero y le cogió del cuello fuertemente al mismo tiempo que le insultaba y amenazaba con palabras tales como "te tengo que quitar la vida, por mis hijos que te tengo que matar".
El alumno medió y consiguió separar al agresor y la víctima, que sufrió lesiones consistentes en eritema con marcas de dedos en cuello, equimosis en zona lateral izquierda de tráquea, y trastorno ansioso depresivo y ha estado en tratamiento psicológico especializado.