El Ayuntamiento de Granada mantiene que rehabilitar las cuevas del Cerro de San Miguel mediante el programa de infravivienda de la Junta puede ser un "proyecto de larga duración", dado que "no son viviendas" y se encuentran en suelo "no urbanizable", por lo que considera que "lo más adecuado" es que esta administración ofrezca a sus moradores viviendas sociales para que se alojen en ellas hasta que esas obras sean ejecutadas.
Así lo ha señalado este jueves la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto (PP), a preguntas de los periodistas tras haber recibido un escrito del delegado de Fomento y Vivienda de la Junta en Granada, Manuel Morales, en el que se ofrece a colaborar para que estas cuevas, que el Ayuntamiento pretende desalojar por motivos de seguridad, se puedan acoger a los programas de infravivienda.
Nieto ha matizado que estas cuevas "no tienen saneamientos, ni agua ni luz", además de que se asientan en un suelo rústico, por lo que a su juicio "habría que hacer obras de urbanización para convertirlas en viviendas", puesto que no lo son, algo que, según ha dicho, no contemplan los programas de infravivienda.
"Esto no son viviendas con deficiencias, son agujeros que se han ido haciendo de manera artificial en este cerro" y "de aquí a que entre en vigor un programa de infravivienda que incluya también obras de urbanización en un suelo no urbanizable" puede pasar tiempo y "yo lo veo un proyecto de larga duración".
En este sentido, la edil no se ha mostrado contraria a la medida, pero ha advertido de que mientras se ejecuta su departamento "no puede permitir" que estas personas sigan habitando las cuevas en una situación de riesgo, dado el estado en que se encuentran.
Por ello, ha considerado que "lo más rápido y adecuado" es que la Junta ofrezca a sus moradores unas viviendas sociales en las que poder alojarse mientras que las obras se ejecutan.
Interrogada por si el Ayuntamiento acudirá finalmente a los tribunales para proceder al desalojo de ocho de estas cuevas de propiedad municipal, la edil ha dicho que no hay "más remedio" porque lo contrario supondría una "dejadez" por parte de los funcionarios municipales y eso supone "una responsabilidad muy grande" en caso de que ocurriera una "desgracia", algo que no puede recaer sobre ellos, ha añadido.
