El hipnótico vaivén de las borlas rojas de los chapiris de los legionarios que desfilaron por primera vez el
Lunes Santo de 2015 en Algeciras, con la Hermandad de La Columna, no era ajeno a la curiosa multitud que se arremolinó en cada tramo para disfrutar de las evoluciones de la Escuadra de Gastadores.
El Ejército mantuvo abierto durante décadas en la ciudad, paso habitual entre España y África,
el Cuartel de Transeúntes, junto a la estación de autobuses de San Bernardo, para dar cobijo a los números que necesitaban alojamiento si perdían o no les cuadraba un tren, el autobús o un barco.
El inmueble, con capacidad para 90 personas, contaba también con una oficina como la del Cuartel de Representación de La Legión en Ceuta, en la que se plantó Francisco Guerrero, con su recién cumplida mayoría de edad y una decisión innegociable de enrolarse, nacida muchos años antes, cuando volvía a casa desde el colegio y leía aquellos carteles de
“La Legión te espera”.
“No toda la vida está en La Legión, pero toda la vida seremos legionarios”, dice con orgullo el responsable de que la comarca cuente con una Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios desde hace cuatro años que, este 2020, forma parte de la comisión nacional para la conmemoración del centenario de la fundación de los Tercios de Extranjeros con el real decreto firmado el 28 de enero por el Rey Alfonso XII y con el teniente coronel Millán-Astray como alma.
La crisis sanitaria ha dejado en el aire la celebración, que arrancaba el próximo 20 de junio, con una parada militar en Ceuta. Aunque el acto central sigue previsto, sin novedad por ahora, el 20 de septiembre, coincidiendo con el primer reclutamiento hace 100 años. La programación de la hermandad del Campo de Gibraltar también se ha visto alterada.
A finales de este mes, Guerrero y sus compañeros estaban invitados a participar en el encuentro de veteranos de II Tercio Duque de Alba, con sede en Ceuta, pero se ha trasladado. También queda en el aire el certamen de relato corto Argudo Congosto. Habrá que ver cómo es el futuro inmediato porque en el último trimestre se procede a la entrega de los premios espíritu legionario, instaurados por la asociación en 2019. Aunque
esta semana la entidad ha llevado a cabo una recogida de alimentos en favor de Cáritas.
Guerrero echa de menos la disciplina. Tuvo que dejar el cuerpo por accidente a finales de los ochenta. Pero practica otros valores que definen a la Legión: la camaradería, la solidaridad y la lealtad a España y a quienes se sacrifican,
incluso derramando su sangre, por la patria.
La hermandad tiene el nombre de Leonardo Lobato, “buen legionario donde los haya, un referente de la V Bandera, y combatiente en la Batalla del Ebro con apenas 15 años”. También participa en los homenajes anuales a
dos de los gaditanos caídos en misiones internacionales: el legionario paracaidista Samuel Aguilar, fallecido en Bosnia-Herzegovina en 1993 cuando tenía 19 años; y el legionario Javier del Castillo Peinado, también con 19 años, de Facinas, que perdió la vida al volcar su vehículo en Kosovo, en el año 2001.
“
Más de 10.000 muertos y 40.000 heridos ha sido la generosa contribución a España de La Legión en todas las campañas y misiones en las que ha tomado parte, lo que le ha valido el respeto y la admiración del pueblo español”, indica el Ejército en su web. Ahora colabora en la operación contra la pandemia. “No podía ser de otra manera”, apunta Guerrero.
Siempre dispuesta a combatir, atenta, valerosa. Aun pasen otros cien años.