Un ejemplar de american stanford, una de las ocho especies consideradas potencialmente peligrosas en la legislación andaluza, puede llegar a pesar 40 kilos. Ana Villena tiene uno y lo confirma. Pesa mucho. Es grande. Y, “sobre todo, es cariñoso”, remarca. Campogibraltareña de corazón, es responsable, junto a dos compañeros, Natalia y Rubén, de la protectora
SOS PPP Los Barrios, donde desempeña una doble labor desde hace dos años: el cuidado y el fomento de la adopción y la lucha contra el estigma de este tipo de perros. “Estamos acostumbrados a que nos hagan pasillo o que los tachen de asesinos”, pero no es así. “Tengo un yorkshire que se lleva estupendamente bien con el otro”, dice. Y jamás, asegura, ha tenido ningún problema con ningun animal.
Su trabajo, altruista, es duro. No oculta que, aunque es profesora de matemáticas, no salen los números. Entran más de los que salen. Pese a que las adopciones se han disparado el año pasado: 64 en 2019 por 49 en 2018, enumera sin ocultar el orgullo. El mismo con que su equipo recibe el premio de la reserva de viajes con mascotas Travelguau como mejor protectora de España. Es un honor y un respiro, porque, además de la estatuilla, que recogerá en Fitur, recibirá una tonelada de pienso. Y eso alivia. La mayoría de los perros, casi la mitad, se aventura a cifrar, llega al refugio en malas condiciones. Sanar a uno solo llegó a dejar una factura de 2.000 euros. El programa de madrinazgo, con diez euros por colaborador, les sirve para financiarse. Y las ayudas de la asociación inglesa Spanish Stray Dogs (SSD), fundada por una antigua voluntaria del equipo de SOS PPP Los Barrios.
Ana explica que un cambio legislativo sería de agradecer. No todas las comunidades catalogan a las mismas especies como perros potencialsmente peligrosos y, en general, las normativas determinan la peligrosidad atendiendo solo a la especie, cuando no se puede generalizar, depende de cada animal. También habría que actualizar el sistema de licencias para tenencia. “Es necesario mantener el seguro, las tasas, las vacunas y el chip”, indica conforme, pero no tiene sentido hacerle únicamente un test de idoneidad al propietario, “hay que evaluar perro a perro”. En cualquier caso, la protectora facilita los trámites. “Tenemos perros que llevan esperando hasta seis años una familia”. Merece la pena ‘echar un pata’ a quien ofrezca un hogar.