Para los griegos el cambio quizás más importante es que pueden volver a viajar a sus casas de veraneo o visitar a sus familiares en los pueblos
Grecia ha levantado este viernes las limitaciones a la movilidad y ha abierto sus puertas al turismo, lo que devuelve un sentimiento de normalidad a una población exhausta tras seis meses de confinamiento, pero que, con cifras todavía muy elevadas de contagios, conlleva el riesgo de una mayor propagación de la pandemia.
Para los griegos el cambio quizás más importante es que pueden volver a viajar a sus casas de veraneo o visitar a sus familiares en los pueblos, pues desde hoy desaparece la prohibición de desplazarse entre regiones.
Quien lo haga en coche no debe tomar medidas de seguridad adicionales, si bien el Gobierno recomienda que antes de emprender el viaje se hagan pruebas rápidas o caseras.
VIAJAR CON PRUEBAS
Para los desplazamientos hacia las islas en ferri -pueden operar con una ocupación máxima del 85 %- o avión es obligatorio tanto para nacionales como para turistas presentar alguna de las siguientes opciones: certificado de vacunación, obtenido 14 días después de la segunda dosis; prueba PCR negativa realizada 72 horas antes del viaje; prueba rápida o casera efectuada 24 horas antes, o un certificado de que se ha superado la enfermedad y que será válido desde dos hasta nueve meses después de padecerla.
El certificado se obtiene en la plataforma self-testing.gov.gr, en el caso de las pruebas caseras, o en los centros de diagnóstico públicos o privados donde se hayan realizado.
Otro factor esencial que cambia a partir de hoy es que se puede entrar en las tiendas no esenciales sin cita previa, como era obligatorio desde que a finales de marzo reabrieron los comercios.
No obstante, se mantiene inalterada la limitación de solo un cliente por cada 25 metros cuadrados, como también los protocolos de distancia y la obligatoriedad de llevar mascarilla en todas partes.
La imagen en las calles empezó a cambiar el pasado 3 de mayo cuando reabrieron bares y restaurantes al aire libre tras medio año con el candado rigurosamente echado salvo para los servicios de entrega.
Con esta apertura comenzó también a relajarse el toque de queda que a partir de hoy será aun mas breve y regirá desde las doce y media de la madrugada hasta las cinco de la mañana, lo que permite a la restauración cerrar a medianoche.
Desde hoy reabren también los museos -los sitios arqueológicos ya lo hicieron el 22 de marzo-.
¿TURISMO SIN RIESGOS?
Una de las metas principales del levantamiento de restricciones ha sido poder reabrir el turismo, el motor principal de la economía griega pues genera entre el 25 y el 30 por ciento de su producto interior bruto.
El Gobierno ha prometido por activa y pasiva que la apertura al turismo se efectúa tomando todas las cautelas posibles y sin apenas riesgos.
En una entrevista con Efe, el ministro de Turismo, Jaris Theojaris, recalcaba este jueves que hay varios estudios relevantes - de la Universidad de Yale (R.Unido) y del Instituto Robert Koch (Alemania)- que han demostrado que el turismo comporta un "riesgo bajo" de propagación en comparación con otros factores.
El caso es que de momento la incidencia acumulada actual en Grecia sigue siendo muy elevada -de casi 270 a 14 días y de 162 a 7 días por cada 100 000 habitantes- y la presión sobre el precario sistema de salud pública sigue siendo muy elevado.
En las últimas semanas las cifras de contagios se han estabilizado ligeramente, pero siguen superando con creces los 2.000 casos diarios, en un país con cerca de once millones de habitantes.
Dentro de todo los expertos sanitarios ven signos positivos en el hecho de que en las últimas semanas las altas hospitalarias han empezado a superar los ingresos.
Con todo, el Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis sostiene que Grecia está bien equipada para ofrecer seguridad al turismo, porque ha creado un "cortafuegos" en las islas, al haber lanzado una campaña de vacunación horizontal que, asegura, llevará a que a finales de junio estarán vacunados todos sus habitantes.
Las islas son precisamente el eslabón más débil de la salud pública helena, pues la atención hospitalaria allí es mucho mas precaria.
Por ese motivo, el Ejecutivo optó por crear para ellas un operativo de vacunación distinto, horizontal y sin distinción de edad: ha inmunizado ya a la población de las más pequeñas, espera concluirlo a finales de mayo en las medianas, y a finales de junio en las que superan los 100.000 habitantes.
Esto significa que para cuando empiece a arrancar la temporada alta, estarán previsiblemente vacunados todos los insulares. Mientras tanto, sin embargo, el riesgo sigue allí.