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Del ?Yankee, Go Home? al ?Yankee, Come Here?

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Los americanos tenían la culpa de todo para la izquierda española. Cualquier cosa que ocurría, un golpe de estado, el hambre en el mundo o el cambio climático. Los comunistas fueron los primeros que utilizaron este mantra de achacar a USA todos los males que le sobrevenían a la Humanidad.

La repulsa por lo que ha significado Norteamérica siempre ha tenido muchos seguidores en España. Tanto en la izquierda, como en la derecha. El mismo Fraga estuvo tentado en 1986 de votar en contra o abstenerse en el referéndum que nos pedía el sí a la permanencia en la OTAN. Gracias a consejeros muy cualificados acabó pidiendo la permanencia.

¿Qué queda ahora en contra de Estados Unidos en España? Muy poco. Algo de la izquierda más allá del PSOE, IU, y la extrema derecha. Nada que pueda sacar grandes manifestaciones a la calle. Cuando los bombardeos masivos sobre Serbia y en los que intervinieron F-18, el centro izquierda se quedó callado, Anguita se le trató por los socialistas como un extraterreste, cuando intentó oponerse al bombardeo al que se sometió a los serbios. Cuando IU sacó las pancartas a la calle en contra de la guerra de Irak, Zapatero le siguió con el No a la guerra, pero capitalizando ese movimiento que le llevó a la Moncloa, pacifismo que estaba teñido de rechazo a EEUU.

Pero ahora, ¿qué va a ocurrir? Obama ha ganado, Obama es de los nuestros, pero es un patriota y cree que EEUU debe ser respetado en el mundo y defender sus intereses. Por tanto, debe intervenir en cualquier parte del mundo donde sean puestos en cuestión. Estamos hablando del peligro nuclear que Irán representa, de los ataques de Hamás contra Israel y de Hezbolá, el partido de Dios, contra su gobierno cristiano. Por no insistir en el terrorismo de Al-Qaeda.

Porque ahora todo lo que haga Barak Obama no puede estar santificado, o sí. La guerra sigue en Irak y en Irán. Es posible que la jugada le salga gratis en Irak, donde los esfuerzos por aplastar los diversos terrorismos insurgentes alcancen la victoria a corto plazo y las fuerzas aliadas, principalmente americanas, inglesas y otros países, lleguen a la pacificación de la maltratada nación. Pero si los conflictos se tornaran virulentos, el nuevo presidente no dudaría en utilizar a sus fuerzas armadas para intervenir en los territorios bañados por el Tigres y el Eúfrates o en cualquier otro. No olvidemos que los presidentes demócratas americanos no han dudado en hacerlo en el pasado. El movimiento pacifista español va a tener que tragar carros y carretas, como le ha pasado al ecologista, que sacó sus pancartas con el submarino Tireless cuando entró en Gibraltar, pero que después no las ha sacado con todos los buques nucleares que han seguido reparando en el Peñón. También hubo una gran cantidad de movilizaciones cuando el Prestige vertió petróleo en las costas gallegas. Nadie se ha puesto detrás de una pancarta por la catástrofe que representa el buque chatarrero Naw Flame para la Bahía de Algeciras.

No, Obama tiene bula y todo lo que haga estará bien para ZP, como lo que queda de IU intente ser consecuente con sus postulados y siga denunciando la política exterior americana, se encontrará con que una parte de la prensa amiga le golpeará como le pasó a Anguita cuando se opuso a los bombardeos de Serbia. A la izquierda del PSOE le quedan dos caminos: o seguir a los socialistas en su deriva hacia al centro y, por tanto, dejando a sus bases huérfanas o tirarse al monte y aguantar la tempestad mediática que le acuse de estar fuera de la realidad y volver a pescar sus votos en el nuevo caladero del antiamericanismo que les deja para ellos sólo el PSOE. En la nueva etapa de Obama, los socialistas pasan del antiamericanismo sectario al atlantismo más descarado, además como si fueran pro-EEUU de toda la vida. “Cosas veredes hermano Sancho”,  como decía el Quijote.

Hasta pronto, gadiritanos.
ubaldox@hotmail.com

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