El presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo este martes un nuevo intento por rescatar el petro, el cuestionado criptoactivo que lanzó en 2017, al ordenar la venta de varios millones de barriles de crudo de la reserva de la estatal PDVSA en esta denominación.
El anuncio lo hizo desde la tribuna de oradores de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), donde esta jornada el mandatario también cargó contra las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra su Administración que han privado al país, afirmó, de cerca de 45.000 millones de dólares en efectivo y en activos.
"Decreto la venta de 4,5 millones de barriles de petróleo en petro proveniente de la reserva certificada física de 430 millones de barriles que actualmente mantiene PDVSA", dijo Maduro ante los aplausos de los más de 500 miembros de la ANC, compuesta solo por oficialistas.
Las palabras de Maduro formaron parte del discurso anual del presidente a la nación, y debía ser presentado ante el Parlamento, y no ante la ANC, según la norma constitucional modificada por la cámara que ocupan solo oficialistas.
Son además otro intento por darle vida al petro más allá de Venezuela, donde su uso sigue siendo marginal.
Pero esta idea tampoco es nueva.
En 2018 el ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, aseguró que Venezuela tenía la intención de "llevar la criptomoneda estatal", el petro, a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) "para convertir esta moneda digital en el futuro de las transacciones petroleras".
PETRO MÁS ALLÁ DEL PETRÓLEO
Maduro también anunció que la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) venderá 1 millón de toneladas de hierro briquetado -que sustituye o se usa en combinación con la chatarra- presupuestado en el plan de producción 2020.
Posteriormente, el Ministerio para la Comunicación e Información puntualizó en Twitter que la venta de esa tonelada de hierro briquetado será en petro, una información confirmada por el equipo de prensa presidencial en esa misma red social.
En esa misma criptomoneda se cobrarán "todos los servicios de la República Bolivariana de Venezuela, todos del Estado venezolano, que actualmente estén cobrando tasas, tarifas y comisiones en divisas".
Entre ellos están el Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren), el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) y el Instituto Nacional Espacios Acuáticos (INEA).
También el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) Bolivariana de Aeropuertos (BAER), Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM) y el Instituto Nacional de Canalizaciones (INC).
UN ACTIVO PARA ROMPER SANCIONES
El petro fue lanzado hace casi 3 años por Maduro en medio de su intento por escapar a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra algunos altos cargos y empresas estatales.
Pero a solo días de haberse lanzado, Estados Unidos prohibió su uso.
Se ideó como un criptoactivo y más tarde pasó a definirse como un certificado de ahorros. Ahora los economistas de Venezuela se refieren a él como una "unidad de cuenta".
Su uso está ligado al llamado carné de la patria, un censo paralelo que el Gobierno de Maduro asegura le permite monitorear la entrega de ayudas, y que la oposición rechaza por considerar que sirve para chantajear a los votantes.
ADVERTENCIAS A COLOMBIA Y BRASIL
Maduro también aprovechó la oportunidad para advertir de que la Fuerza Armada está lista para "reventar los dientes" de Colombia y Brasil en caso de una agresión militar desde estas naciones con cuyos mandatarios, Iván Duque y Jair Bolsonaro, mantuvo en 2019 una espiral de insultos.
"Si se atreven (Colombia y Brasil a una agresión) les vamos a reventar los dientes, para que aprendan a respetar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y al pueblo de (El Libertador Simón) Bolívar", añadió.
El Gobierno de Maduro mantiene, además, tensas relaciones con Colombia y Brasil, cuyos mandatarios que reconocen al jefe del Parlamento venezolano y dirigente de oposición, Juan Guaidó, como presidente interino.
LA UE, INVITADA A LAS LEGISLATIVAS
Durante su discurso, Maduro pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que invite a la Unión Europea (UE) y a la ONU para que observen las elecciones legislativas previstas para este año, aunque no tienen fecha, pero no así a la Organización de Estados Americanos (OEA).
En la lista de eventuales invitados, mencionó a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que agrupa a toda América con excepción de Estados Unidos y Canadá, pero descartó enfáticamente a la OEA y a su secretario general, el uruguayo Luis Almagro.
"Lo que no entrará en este país es Luis Almagro; bandido y basura de la historia. Ni la OEA ni Luis Almagro entran en este país mas nunca", subrayó Maduro, con lo que provocó los aplausos del público presente en el Palacio Legislativo.
El grueso de la oposición venezolana promueve la conformación de un nuevo CNE para convocar a nuevas elecciones presidenciales antes de las legislativas en vista de que Maduro fue reelegido en 2018 en un proceso no reconocido por buena parte de la comunidad internacional.