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Transición democrática en Tailandia con un Parlamento a medio hacer

El Parlamento que debería albergar a los diputados es aún un esqueleto de hormigón tras casi una década en construcción entre sospechas de irregularidades

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  • Los reyes. -

Además de la larga sombra de la junta militar, la transición democrática en Tailandia topa con un escollo logístico: el Parlamento que debería albergar a los diputados es aún un esqueleto de hormigón tras casi una década en construcción entre sospechas de irregularidades.

Con la sede parlamentaria sin terminar, cerca de 500 diputados elegidos en los comicios de marzo y los 250 senadores nombrados a dedo por la dictadura castrense se reunirán mañana en un auditorio alquilado en el norte de la capital para votar conjuntamente al primer ministro.

Una sala en el Ministerio de Asuntos Exteriores fue el lugar habilitado por las autoridades para que los parlamentarios electos tomaran posesión formalmente de sus "escaños" el pasado 24 de mayo.

Una decena de grúas se alzan sobre una enorme mole de cemento de unos 424.000 metros cuadrados coronada por una estupa dorada budista en la rivera del río Chao Phraya, a su paso por el norte de Bangkok.

La edificación de la futura sede del Parlamento, rodeada de barracones militares, un depósito de tanques y un departamento del Ministerio de Defensa, fue proyectada en 2008 al considerar que el antiguo edificio se quedaba pequeño y obsoleto.

Aunque hubo que esperar otros dos años para que se colocara la primera piedra.

Desde entonces, la faraónica obra ha sufrido un considerable retraso -según el plan inicial debía ser completada en 900 días- y un enorme sobrecoste -de un presupuesto original de 14.000 millones de bat (440 millones de dólares o 393 millones de euros) a los actuales 22.000 millones de bat (692 millones de dólares o 618 millones de euros)-.

"Nos contactaron para colaborar en parte del proyecto hace cinco o seis años, pero la obra ha sufrido continuos retrasos hasta que nos han dejado de informar sobre los avances", declara a Efe un representante de una empresa que colabora en el proyecto y que pide no revelar su nombre ni el de su compañía.

En 2018 un grupo de activistas expresó sus sospechas de corrupción en el proyecto al revelar los elevados costes de compra de materiales electrónicos -como televisiones, micrófonos o relojes- y otros equipamientos que serán instalados en el hemiciclo.

Anexa a la obra, centenares de trabajadores de la construcción residen en un compacto asentamiento temporal de chabolas de hojalata entre los incesantes sonidos de la actividad de la maquinaria.

Conforme a la última actualización del portal de internet del nuevo Parlamento, bautizado como Sappaya Sapasathan (traducido como "un lugar para una armoniosa asamblea"), la construcción se encuentra finalizada al 62,33 %.

La Oficina del Secretario de la Casa del Parlamento consultada por Efe evitó pronunciarse sobre una fecha prevista para la apertura y rehusó argumentar sobre los motivos del retraso.

Por su parte, los ejecutivos de la empresa encargada de la obra, Sino-Thai Engineering and Construccion, declinaron ofrecer detalles del proyecto al calificar la información como "sensible".

El antiguo Parlamento, ubicado cerca del palacio de Chitralada -donde residía el difunto rey Bhumibol-, cerró sus puertas a finales de 2018 después de que el nuevo monarca -el recién coronado rey Vajiralonkorn- reclamara el terreno, que es propiedad de la corona.

Para las reuniones de trabajo, el Gobierno ha alquilado por 14 millones de bat al mes (unos 440.000 dólares o casi 400.000 euros) un enorme auditorio en el norte de la capital, donde los diputados y senadores eligieron a sus respectivos presidentes de la cámara.

Las autoridades añadirán sillas supletorias en los corredores y escaleras de este auditorio para que los diputados y senadores -nombrados a dedo por la junta militar- puedan elegir mañana al primer ministro, que debe sumar al menos 376 votos.

Prayut Chan-ocha, el general que lideró el golpe de Estado de mayo de 2014 y quien desde entonces ha mantenido el cargo de primer ministro, parte como favorito para retener el cargo al sumar el apoyo de una amplia coalición de partidos a su favor y probablemente de la mayoría de los senadores.

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