Rusia consiguió hoy, al segundo intento, lanzar el primer cohete desde el nuevo cosmódromo Vostochni (Oriental), considerado una pieza clave para el desarrollo del programa espacial del país.
El cohete portador Soyuz-2.1a despegó a las 05.01 hora de Moscú (02.01 GMT) y puso en órbita la sonda Aist-2D y el satélite científico Lomonósov, diseñados para estudiar las capas exteriores de la atmósfera, además del microsatélite SamSat-218D.ami.
Veinticuatro horas antes, un problema técnico abortó en el último minuto el lanzamiento del Soyuz y aguó la inauguración de cosmódromo, situado a unos 8.000 kilómetros al este de Moscú, a la que había viajado especialmente el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Sin lugar a dudas, hay que extraer lecciones. Debe haber una oportuna reacción de los profesionales", dijo ayer el jefe del Kremlin, quien no obstante intentó quitar hierro al aplazamiento, al asegurar que se trata de algo normal cuando se desarrollan nuevas tecnologías.
El mandatario decidió quedarse en Vostochni a la espera del dictamen de los especialistas de Roscosmos, la agencia espacial rusa, que finalmente subsanaron el desperfecto y esta madrugada dieron su visto bueno al lanzamiento.
"Quiero felicitaros. Tenemos de qué enorgullecernos", dijo hoy Putin tras el lanzamiento del Soyuz, citado por los medios rusos.
Aseguró que el cohete pudo haber sido lanzado ayer y que el aplazamiento obedeció a que los sistemas automáticos "se excedieron en sus atribuciones" y abortaron el despegue.
"Dicen que para comprobar la calidad de un pudin, hay que comérselo. Para verificar si un cosmódromo está listo para su funcionamiento hay que efectuar un primer lanzamiento. Vosotros lo habéis hecho, enhorabuena", añadió.
Putin señaló que aún queda mucho trabajo por hacer en Vostochni, en alusión a la rampa para cohetes pesados, pero resaltó que el lanzamiento de hoy, que marcó el inicio de la explotación del nuevo cosmódromo, es "sin duda de un paso muy importante, significativo, en el desarrollo de la cosmonáutica rusa".
"Hoy hemos visto que todos los sistemas del cosmódromo están en perfecto estado y funcionaron normalmente", dijo en rueda de prensa el director de Roscosmos, Ígor Komarov.
En cuanto al traspié de ayer, explicó que se debió a que el control automático no confirmó el buen funcionamiento de un sistema del cohete, que, como se verificó luego, se encontraba en perfectas condiciones.
"Por lo visto, el problema estaba en uno de los cables, que fueron cambiados", precisó Komarov.
Adelantó que el próximo año Roscosmos efectuará dos lanzamientos desde el nuevo cosmódromo.
La agencia espacial rusa, añadió, tiene previsto efectuar seis lanzamientos anuales desde Vostochni a partir de 2018.
Komárov indicó que en los próximos dos años Roscosmos se concentrará en el diseño y los preparativos para la construcción de la segunda etapa del cosmódromo, que servirá para el lanzamiento de cohetes pesados.
Vostochni, que se encuentra en la región oriental de Amur, cerca de la frontera con China, puede convertirse en la plataforma de lanzamiento de los distintos módulos del nuevo programa lunar ruso, cuyo objetivo es alcanzar el satélite de la Tierra en 2029.
El nuevo cosmódromo, con una superficie de 700 kilómetros cuadrados, fue construido para aligerar la carga de lanzamientos que soporta el de Baikonur, en Kazajistán, y garantizar en el futuro la independencia de Rusia en el cumplimiento de su programa espacial.
Inicialmente, la inauguración estaba prevista para finales del pasado año, pero fue aplazada personalmente por Putin debido a los retrasos en la obras, salpicadas por un escándalo de malversación de fondos públicos que obligó a incoar varios casos penales.
Al respecto, el presidente ruso advirtió ayer de que si se demuestra la culpabilidad de las cuatro personas sospechosas de corrupción -dos en prisión preventiva y otras dos en arresto domiciliario-, entonces tendrán que "cambiar la cama caliente por las literas de una prisión".