El grupo terrorista Estado Islámico (EI) controla ya más del 50 % del territorio sirio, después de hacerse con la mayor parte del desierto central del país, donde se ubica la ciudad monumental de Palmira, tomada ayer por los yihadistas, informaron hoy activistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los radicales dominan 95.000 kilómetros cuadrados de Siria y están presentes en nueve provincias: Homs, Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Rif Damasco y Sueida.
De esta manera, los extremistas se extienden de este a oeste por una área que va desde el sur del monte Abdelaziz y el pueblo de Al Hul, en Al Hasaka (noreste), hasta la periferia de Marea, en Alepo (noroeste), pasando por casi toda Deir al Zur y Al Raqa (noreste) y el desierto central sirio.
Hacia el sur, los yihadistas controlan zonas al este de Damasco, así como partes del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk y del distrito de Hayar al Asuad, al sur de la capital, y puntos del norte de Sueida (sur).
Además, en la provincia meridional de Deraa, hay grupos que se sospecha que son leales al EI.
Los radicales tienen en su poder la mayoría de los campos de gas del país, menos el yacimiento de Al Shaer, en el este de Homs y en manos del régimen, y el de Ramilan, en manos de las Unidades de Protección del Pueblo -milicias kurdo sirias-, en Al Hasaka.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak.
Los extremistas han logrado expandirse en el territorio sirio pese a los bombardeos de la coalición internacional, iniciados el pasado 23 de septiembre.
Analistas consultados por Efe destacaron ayer que esos ataques aéreos son "ineficaces" y que lo que se necesita para frenar al EI son "botas sobre el terreno".