Al menos 59 miembros de la milicia radical islámica de Boko Haram murieron hoy cuando el Ejército nigeriano repelió un ataque de los terroristas contra la ciudad de Bama, en el norte del país, donde los insurgentes pretendían declarar un califato islámico, informaron los medios locales.
Fuentes de seguridad nigerianas, citadas por el periódico local "The Punch", aseguraron que 59 de los 200 insurgentes que invadieron la ciudad murieron ante la "superioridad de armas y tácticas de guerra de los soldados".
Además, añadieron, cerca de 30 terroristas resultaron heridos durante los enfrentamientos.
Bama es una de las ciudades más grandes del estado de Borno y se encuentra cerca de la localidad de Gwoza, donde el pasado 24 de agosto el grupo fundamentalista declaró un califato.
Según relataron algunos residentes que consiguieron huir de la zona, el grupo de insurgentes armados entró hoy en la localidad con vehículos y motocicletas.
"Había caos por todas partes. Escuchábamos disparos ensordecedores y después nos enteramos de que más de 200 terroristas de Boko Haram intentaron tomar la ciudad", dijo un testigo al rotativo.
Boko Haram tiene su feudo espiritual y su base de operaciones en Borno, pero actúa también en los estados vecinos de Adamawa y Yobe, donde el Gobierno nigeriano ha declarado el estado de emergencia.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder y fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.
En lo que va de año, el grupo islamista ha asesinado a cerca de 3.000 personas y a más de 12.000 desde 2009, según los cálculos del Gobierno.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un califato islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.