La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, se refiere a hechos ocurridos el 26 de junio de 2007 en la casa de la calle Hogar de Valladolid en la que convivían el encausado, su madre y las dos víctimas mortales.
La resolución se ha basado en el veredicto del jurado, hecho público el pasado 6 de marzo, que consideró al procesado culpable de los dos asesinatos, cometidos sin que pudieran defenderse ni el padre de Ismael V.S., muerto tras sufrir una treintena de heridas con una catana, ni la hermana del procesado, quien falleció tras recibir quince puñaladas asestadas con un cuchillo de cocina.
En el apartado de hechos probados, la resolución judicial establece que el día del suceso, sobre las 17.00 horas, se encontraban en la vivienda el padre del encausado, en la planta baja de la casa viendo la televisión, la hermana del procesado, en su habitación situada en la primera planta, y el acusado, también en la primera planta y en su dormitorio.
“Sin que hubiera mediado discusión previa, en un momento dado, el acusado, armado con un cuchillo de cocina de quince centímetros de hoja”, entró en el dormitorio de su hermana, que se hallaba tumbada boca arriba en la cama, y le clavó repetidamente el cuchillo, “con intención de quitarle la vida”, precisa la sentencia.
Argumenta que Ismael asestó las cuchilladas a su hermana cuando ella estaba “totalmente desprevenida y no pudo defenderse de modo alguno”.
Los golpes que le dirigió al corazón originaron quince heridas inciso punzantes, una de las cuales le perforó parcialmente un lóbulo pulmonar, otra le atravesó el corazón y otra le desgarró la aorta, “causándole todas ellas una hemorragia que le produjo la muerte”.
Posteriormente, el padre del procesado subió por las escaleras y, a la altura del primer descansillo, sufrió el ataque de Ismael V.S., que “quería darle muerte”.
El acusado se encontraba en posición más elevada que su padre, armado con una catana de 69 centímetros de hoja que guardaba en su habitación, y le asestó con la espada “con gran fuerza y velocidad” un primer golpe. Después del primer golpe, el acusado hirió reiteradamente a su padre con la catana, recoge la sentencia.