La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado que tomará "todas las medidas" para proteger al país, al Gobierno y a las empresas del espionaje llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos.
"Una vez más, han visto la luz informaciones de que estamos siendo blanco de más de un intento de violación de nuestras comunicaciones por parte de la NSA. Inicialmente las denuncias eran respecto a los ciudadanos y al Gobierno --incluso a la Presidencia--, pero ahora son sobre Petrobras", ha dicho en un comunicado.
Rousseff ha sostenido que "Petrobras, la mayor empresa brasileña, no representa ninguna amenaza a la seguridad de ningún país, sino que representa uno de los mayores activos de petróleo del mundo y un patrimonio del pueblo brasileño".
"Así, si se confirman los datos dados por la prensa, es evidente que los motivos de estos intentos de espionaje no son la seguridad ni la lucha contra el terrorismo, sino intereses económicos y estratégicos", ha denunciado.
Por ello, "el Gobierno brasileño está empeñado en obtener explicaciones del Gobierno estadounidense y en exigir medidas concretas que eliminen definitivamente" estas prácticas y ha anunciado que "tomará todas las medidas para proteger al país, al Gobierno y a las empresas".
Rousseff ha considerado que este intento de espionaje es "ofensivo para los Derechos Humanos, la soberanía nacional y los intereses económicos" de Brasil y, además, "incompatible con la convivencia democrática entre países amigos".
EL ESPIONAJE
El escándalo se destapó el pasado 2 de septiembre, cuando la cadena brasileña O'Globo reveló que la NSA espió a Rousseff y al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando aún era el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones del 1 de julio de 2012.
De acuerdo con esta información, la NSA espió llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de Rousseff y varios de sus "asesores clave", así como de Peña Nieto y nueve miembros de su equipo de campaña electoral.
Tras ello, los ministerios de Exteriores de Brasil y México convocaron con carácter de urgencia a los embajadores estadounidenses en sus respectivos territorios para pedir explicaciones sobre el espionaje a sus presidentes.
Además, Brasil amenazó con llevar este asunto a Naciones Unidas, mientras que México propuso imponer sanciones multilaterales a Estados Unidos, si finalmente se demuestra que el contenido de los documentos de la NSA es cierto.
Sin embargo, las revelaciones han continuado. Según los documentos filtrados por el ex agente de la NSA Edward Snowden, la NSA también ha espiado a Petrobras, que ha descubierto varias de las mayores reservas de petróleo mar adentro.
A ello, la revista brasileña 'Istoé' ha sumado este lunes que Estados Unidos ha puesto en marcha --con la ayuda de Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda-- el programa 'Echelon' con el que espía desde la isla de Ascensao, en el Atlántico Sur, las comunicaciones de Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia.