Un avión de pasajeros de la compañía aérea rusa Aeroflot, que realizaba el trayecto de Nueva York a Moscú, se ha visto obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Islandia este jueves tras recibir una llamada telefónica que avisaba de que había una bomba en la aeronave, según ha informado la firma aeronáutica rusa.
"Ha habido una llamada anónima para decir que había un artefacto explosivo en el avión, que ya estaba en el aire", ha explicado la portavoz de Aeroflot Irina Dannenberg. "El piloto ha tomado la decisión de aterrizar y ha aterrizado sin problema. Se está realizando una investigación", ha concluido.
Fridthor Eydal, portavoz del aeropuerto de Keflavik, en el que ha aterrizado la aeronave, ha explicado que los 253 pasajeros que se encontraban a bordo están bien. "La amenaza de bomba se ha producido esta mañana y a las 5:30 GMT (7:30 hora peninsular española) el avión ha decidido dirigirse a Keflavik (...) La aeronave ha aterrizado de forma satisfactoria a las 6:27 (8:27 hora peninsular española)", ha indicado.
Eydal ha subrayado que las fuerzas de seguridad siguen sacando a los pasajeros del avión. La agencia de noticias rusa Interfax ha explicado que una persona ha realizado una llamada anónima a las fuerzas de seguridad estadounidenses alertando de la existencia de cinco maletas con explosivos que se detonarían a la llegada de la aeronave a Moscú.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad rusas han señalado este jueves que buscan un avión en la ciudad de Voronezh, a 500 kilómetros al sur de Moscú, que también albergaría explosivos en su anterior después de que la Policía recibiese una llamada anónima alertando de la existencia de estos explosivos, según la agencia RIA Novosti.