El número de muertos en el atentado suicida perpetrado este domingo durante una concurrida reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F) en el norte de Pakistán aumentó a 44, mientras las autoridades investigan la autoría del ataque.
"El número de muertos es ahora de 44 y más de 100 están heridos. La investigación está en curso y nadie ha sido arrestado hasta el momento en relación con la explosión", dijo a EFE el oficial de policía Shafiq Ullah, de la comisaría de Khar, donde ocurrió el ataque.
El atacante suicida se inmoló cerca del escenario en el que se estaba celebrando un sermón religioso en la ciudad de Khar, en la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, agregó el funcionario.
Las autoridades investigan la autoría del ataque, que por el momento no ha sido reivindicado por ningún grupo insurgente ni se han efectuado arrestos.
Varios grupos e instituciones se unieron a la condena de este ataque, incluido el principal grupo talibán paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP).
"El Tehreek-e-Taliban Pakistan condena esta explosión en los términos más enérgicos y reza por los mártires", dijo en un comunicado el portavoz del grupo, Mhammed Khurasani.
El Gobierno de los talibanes de Afganistán, que comparte vínculos con el JUI-F, también se unió a la condena por este ataque, informó el principal portavoz de los fundamentalistas, Zabihullah Mujahid, en Twitter.
Por su parte, la embajada de EE.UU. en Islamabad expresó el pésame a las familias y seres queridos de las víctimas que perdieron la vida en la explosión.
"Reiteramos nuestro compromiso de apoyar los esfuerzos de Pakistán para combatir el terrorismo y garantizar la seguridad de sus ciudadanos", escribió la embajada estadounidense en Twitter.
Pakistán experimentó un aumento de la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán.
El TTP anunció el pasado diciembre el fin del alto el fuego alcanzado con Islamabad, al que acusó de incumplir sus compromisos en unas negociaciones de paz.
El país fue testigo de 271 ataques militantes durante la primera mitad del año, en los que 389 personas fallecieron y otras 656 resultaron heridas, según un informe publicado a principios de julio por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán.
Un incremento significativo de las cifras en comparación al mismo periodo de 2022, cuando Pakistán sufrió 151 ataques que causaron 293 muertos y 487 heridos.