Más de treinta mujeres fueron secuestradas el pasado sábado por separatistas en la región Noroeste de Camerún, sacudida por el conflicto entre los secesionistas anglófonos y el Ejército, informaron las autoridades.
En un comunicado publicado por medios locales a última hora del martes, el administrador civil de Mezam, Simon Emile Mooh, señaló que el secuestro ocurrió en la aldea de Kedjom Keku (Big Babanki), situada en ese territorio próximo a la frontera con Nigeria.
"El 20 de mayo de 2023, alrededor de las 8:30 de la mañana (07:30 GMT), más de treinta mujeres fueron gravemente torturadas y secuestradas por terroristas fuertemente armados en Kedjom-Keku", afirmó el administrador.
El suceso tuvo lugar un día después de organizarse una "marcha de protesta pacífica" de mujeres ancianas para acabar con "las atrocidades y las actividades criminales de los terroristas contra la población de ese pueblo", explicó Mooh.
El administrador condenó "esta violencia de género y esta inefable barbarie contra civiles desarmados" y aseguró que se han abierto "investigaciones diligentes para perseguir a los perpetradores de ese acto cruel y presentarlos ante las autoridades judiciales".
También instó a la población a mantener la "calma" mientras las fuerzas del orden restablecen la paz y la seguridad en la aldea.
Las regiones Noroeste y Suroeste de Camerún -a las que los separatistas denominan Ambazonia- se encuentran inmersas en una crisis desde 2016, cuando profesores y abogados se manifestaron y organizaron huelgas para exigir un uso igualitario del inglés en los tribunales y colegios y una mayor representación en el Gobierno.
En 2017, se convirtió en un conflicto armado intensificado por la negativa del Gobierno del presidente camerunés, Paul Biya, en el poder desde hace más de cuarenta años, a estudiar las reivindicaciones, si bien tras el diálogo de paz se aplicaron medidas, como la puesta en libertad de más de 300 separatistas detenidos.
Aunque en Camerún el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas, el 20 % de la población del país es anglófona, una minoría que se siente marginada y asimilada por el Gobierno central francófono desde hace décadas.
Según datos de Canadá, que aseguró el pasado enero haber promovido un diálogo de paz, algo que desmintió el Ejecutivo camerunés, más de 6.000 personas han muerto en este conflicto y cerca de 800.000 han abandonado sus hogares por temor a la violencia.