Cristales de circón han delatado la ruta de un río de 4.000 kilómetros que fluyó hace 250 millones de años en el supercontinente de Gondwana, por las actuales Antártida y Australia Occidental.
Los investigadores de la Universidad de Sydney sugieren que fue uno de los 10 más longevos de la historia de la Tierra y que fluyó durante unos 200 millones de años antes de desaparecer.
"Sin más montañas que erosionar, el río finalmente se secó, dejando atrás su 'delta', un depósito de sedimentos donde se unió con el antiguo océano. Ese delta ahora alberga grandes depósitos de combustibles fósiles", dice la doctora Sara Morón, de la Universidad de Sydney, que dirigió la investigación.
Morón y sus colegas pudieron rastrear la ruta del gigantesco curso de agua que lo atravesaba mediante el análisis de pequeños cristales llamados circones, un mineral que se puede leer como un reloj geológico.
Este descubrimiento podría ayudar a encontrar nuevos depósitos de combustibles fósiles y sugerir cómo los ríos modernos podrían cambiar con el tiempo.
Más de dos tercios de las principales ciudades del mundo están ubicadas en deltas costeros. La forma en que cambian con el tiempo puede afectar a las comunidades que viven a su alrededor.
"Los geólogos pueden usar deltas antiguos para comprender cómo deberían comportarse los sistemas fluviales modernos", dice la doctora Morón, cuya investigación fue publicada recientemente en la revista 'Geology'.